Antecedentes del Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental en Chile.
Juan Marconi Tassara en Italia, en el pueblo de origen de su familia |
"Era una mañana de abril o mayo de 1968. Los estudiantes de la Facultad de Medicina discutían acaloradamente en el Auditorio Emilio Croizet acerca de ese momento en el proceso de Reforma Universitaria. Uno de los estudiantes alegaba que no era posible, que el orden y la autoridad del decano, que el Claustro de los profesores… Mi amigo Rodrigo Rojas Mackenzie, recordando su paso por la Escuela de Medicina de Concepción, me comentó indignado: “¡Cómo es posible que dejen hablar a tipos como ése…! En Conce se le da un solo cachetazo…”. La discusión apasionada continuó. De pronto todos los estudiantes comenzaron a darse vuelta y a mirar hacia la parte superior del auditorio. Sentado en una de las últimas gradas –en ese entonces no tenía butacas–, con sus largas piernas dobladas, estaba Juan Marconi Tassara, profesor de la Cátedra Extraordinaria de Psiquiatría, primer profesor del Claustro de la Facultad que abandonaba esos ámbitos académicos y se sumaba al bullente movimiento estudiantil. Creo que éste fue el inicio de la presencia pública de Juan Marconi. El hasta entonces psiquiatra experto en alcoholismo, que había estudiado los efectos de la coagulación del núcleo dorsomedial del tálamo y ahora se preocupaba por las definiciones operacionales del beber excesivo útiles a estudios epidemiológicos, se entregaba por entero a la reforma de los estudios de medicina. Entonces vino la ‘teoría del calcetín’ y su discusión en los debates del momento. Marconi destacaba algo que era sentido por todos los estudiantes de medicina: el árido paso por las ciencias básicas para encontrarse con un paciente solo después de mucho tiempo, y proponía dar vuelta el calcetín para que el paciente estuviera primero y las ciencias básicas se entendieran con el apoyo motivacional de la clínica. Después vino la elección del nuevo decano, en que Marconi, la expresión más auténtica del ánimo de la reforma, fuera superado por Alfredo Jadresic, quien tenía detrás suyo el aparato político de la Unidad Popular. Después vino el traslado al Área Sur y entonces la estrategia intracomunitaria para enfrentar la salud mental comienza a desarrollarse y aplicarse: en alcoholismo, en neurosis y en privación sensorial. En 1973 Marconi publica en Acta Psiquiátrica y Psicológica para América Latina su conocido texto “La revolución cultural chilena en programas de salud mental”. ¡Y el resto es historia!
Aquí hay aspectos por aclarar. Es cierto que lo de la “revolución cultural” aparece en el texto asociado a citas del Libro Rojo de Mao; es cierto que se trataba de asimilar algunos aspectos muy limitados de la relación intelectuales-pueblo con la relación entre personal sanitario y población periférica. Es cierto que algunas referencias a la sociedad de clases, a la evolución de la humanidad de acuerdo a los ‘modos de producción’, provienen de una versión gruesa de la obra de Marx; en este caso, la versión divulgativa de Marta Harnecker. Pero a quien conoció al personaje no se le puede pasar por la cabeza alguna asociación entre Juan Marconi y el marxismo, cosa que así aprecio en algunas lecturas actuales. La idea de ‘revolución cultural’ apuntaba a destacar las diferencias culturales existentes entre el mundo de las instituciones sanitarias, incluido su personal, y el mundo de la población que debía ser atendida por los primeros. El mundo institucional sanitario entendía el problema de manera tecnocrático-institucional: la prevalencia de problemas de salud mental permite estimar las necesidades de atención, es decir, uno de los términos de la ecuación; los recursos humanos presentes y su tasa de incremento permiten estimar el otro de los términos; y de su relación, las posibilidades de satisfacción de esas necesidades. Si se procediera según esos criterios, contar con cifras satisfactorias solo sería posible después de 462 años: varias vidas de frustraciones y desesperanzas, y eso en caso de que todo funcionara óptimamente. Por consiguiente, para Marconi era fundamental subvertir esa manera de entender. Y eso era la ‘revolución cultural’: perturbar ese orden de pensar, estableciendo nuevas formas de atender las necesidades y entendiendo a la comunidad como una fuente ilimitada de creatividad y recursos. Mao y su Libro Rojo y Marx en versión harneckeana están al alcance de la mano. Hasta 1973 la revolución está de moda. Pero nada de esto puede hacer de Juan Marconi un adalid del marxismo. El punto más serio de mi propuesta o alegato, y lo que más me preocupa, tiene que ver con que no es posible que sea necesario haber conocido al personaje para alertar sobre este tipo de lecturas desmesuradas. Los que coincidimos en algún momento de la historia con Marconi estamos envejeciendo y más temprano que tarde no estaremos aquí. Obviamente, éste es un caso muy específico, pero cosa similar puede ocurrir cuando nos interesemos en Ignacio Matte Blanco o, por ir más lejos, en Augusto Orrego Luco y su idea de la cuestión social. ¿Qué se puede hacer, entonces? Aquí es donde entra una vez más la historia y sus exigencias permanentes de contextualizar, de recurrir al diálogo interdisciplinario, de intentar aprehender la totalidad. ¿Cómo llegó a Chile y cómo se entendió acá la revolución cultural en China? ¿Qué ocurría en nuestro país con el debate chino-soviético?, ¿qué relación tenía Marconi con todo eso? ¿De qué tipo eran las fuentes que Marconi utilizaba? La gente suele hacer cosas con lo que dice, además de predicar o denotar algo acerca de ellas. ¿Qué quería hacer Marconi con las cosas que dijo en el momento de la reforma, o después, al irse al Área Sur? La experiencia de Marconi es, una vez más, una expresión de la injerencia de las ciencias sociales en salud. ¿A qué tipo de sociología o de antropología tuvo acceso Marconi? ¿Cómo se construye esa idea de comunidad que él expone? En salud pública, así como en tantas otras cosas, la historia ofrece un punto de apoyo imprescindible. Los contenidos o referentes esenciales que aporta la historia alimentan, encauzan y ordenan nuestro pensamiento, ayudándonos así a orientarnos y a pensar con sentido, entendimiento y razón, como dice la canción."
Necesidades de la historia: a propósito de Juan Marconi. Texto de Jorge Gaete, publicado como Editorial de la Revista Chilena de Salud Pública, Rev Chil Salud Pública 2017; Vol 21 (2): 111-112
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Durante la quincena del 07 al 20 de diciembre
LEER OBLIGATORIAMENTE:
Norambuena P. (2016) La psiquiatría intracomunitaria, la psicología y el contexto local en sudesarrollo, 1968-1973. Trazos para una historia de la psicología comunitaria en Chile. En Mardones R (ed), Historia local de la psicología. Santiago: RIL-UST.
Marconi J (1971) Asistencia psiquiátrica intracomunitaria en el área sur de Santiago. Bases teóricas y operativas para su implementación (1968/1970). ACTA Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. XVII, N° 4: 3-12.
Marconi, J. (1973)"La revolución cultural chilena en programas de salud mental". Acta. psiquiàt.psicol. Amer.lat.1973, 19, 17.
Lea la monografía Experiencias de Psiquiatría Comunitaria en Chile, de Rosa Torres.
Vea el Video de la entrevista al Dr. Martín Cordero en La Internacional de Allende: https://vimeo.com/455416181
LEER AL MENOS UNO DE LOS SIGUIENTES TEXTOS
Araya C y Leyton C (2017) La vía chilena a la psiquiatría social. Propuestas y debates en torno al cambio del asistencia mental . En Huertas R,(Ed.) Políticas de salud mental y cambio social en América Latina. Ed. Catarata, Madrid
Mendive, Susana. (2004). Entrevista al Dr. Juan Marconi, Creador de la Psiquiatría Intracomunitaria: Reflexiones Acerca de su Legado Para la Psicología Comunitaria Chilena. Psykhe (Santiago), 13(2), 187-199. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22282004000200014
LEER OPCIONALMENTE
Comunidad,
Salud Mental Y Psicología. Raíces De La Psicología Comunitaria En Chile:
Pensamiento, Práctica Y Desarrollo De Programas De Salud Mental Comunitaria Y
Otras Iniciativas De Enfoque Comunitario, Entre 1960-1973 . Tesis Doctoral de Pablo Norambuena Cárdenas. Doctor en Psicología, Académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile
El Dr. Juan Marconi Tassara: impulsor de la Psiquiatría Comunitaria. Dr. Enrique Escobar Miguel
Semblanza de Juan Marconi Tassara. Dr.
Muñoz, M (2011). Consideraciones iniciales entorno al trabajo de Juan Marconi en Chile: el abordaje intracomunitario en salud mental. III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
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Me gustaría partir agradeciendo las lecturas y el vídeo entregados para esta nueva entrega , de a poco nos hemos ido adentrando de manera profunda en lo que respecta la salud mental de nuestro país en especial del lugar que escogimos para formarnos como futuros Psiquiatras .
ResponderEliminarComenzamos con grandes historiadores y su visión en cuanto a la psiquiatría a nivel internacional, recorrimos su historia , abordamos también la Reforma Psiquiátrica en el mundo , los comienzos de la Psiquiatría comunitaria, con Caplan nos detuvimos en la Psiquiatría preventiva, y con Maria Angelica Illanes pudimos conocer y recorrer el panorama nacional a través de la historia de la Salud Pública en Chile, esta semana nos enriquecemos con la visión comunitaria de Psiquiatría del Dr Martin Cordero y abordaremos en profundidad al Dr Marconi, persona con grandes ideas, una persona apasionada de la salud mental , un multifacético como lo describiría el Dr. Alberto Minoletti en el reconocimiento y agradecimiento “Semblanza a Marconi”, “ Marconi era un luchador social”. Más allá de la investigación y la docencia, Marconi fue un hombre comprometido con la realidad de su país y con los esfuerzos para mejorarla.
Juan Marconi fue un Líder y el primero en este campo, De la erudición universitaria, el psicoanálisis y la clínica, dio un gran salto hacia la epidemiología, los planes de salud pública y los programas intracomunitarios, como búsquedas incansables de elevar el nivel de salud mental de la población, distanciandose de las aulas, para adentrarse en el terreno mismo donde ocurren las cosas. El Dr Marconi Implementó un modelo autoreproducible, ya que en él se aprovechaba cada recurso entregado por la comunidad, diseñando un programa sumamente motivador y eficiente, en el cual se trabaja conjuntamente con la “fuerza popular” , las mismas personas que habían padecido la enfermedad , pudiendo constatar que se podía llegar más fácil a la comunidad , hablando el mismo idioma , viviendo las mismas vivencias socio comunitarias como por ejemplo lo fue el abordar el alcoholismo. Entregar el conocimiento a la comunidad en su ambiente y contexto, se ha demostrado que tiene mejor impacto y una cobertura mayor quienes se vuelven líderes comunitarios, generando un fuerte impacto.
El resultado del programa fue indudablemente exitoso. Por una parte, logró crear conciencia social del problema del consumo de alcohol y con ello redujo el consumo considerablemente y por otra permitió demostrar la utilidad de la nueva forma de intervenir, a través de esta pirámide de delegación de funciones.
Lamentablemente todo esto fue interrumpido y desmantelado producto del golpe militar , se cortó la participación social , el doctor fue obligado a renunciar cuando el programa de alcoholismo llevaba 5 años, había sido todo un éxito demostrable, si no hubiese habido dictadura probablemente se tendría el mejor programa para alcoholismo .
En el video de la entrevista , pudimos apreciar también el trabajo de otro gran líder contemporáneo al Dr Marconi , el Dr Martín Cordero , que desempeñó un modelo también pionero en psiquiatría comunitaria en el Servicio de Psiquiatría de un Hospital General de Temuco , que se vio beneficiado por el Gobierno de Salvador Allende .Aportando con la construcción del hospital de Temuco . Guiado por el mismo espíritu del Dr. Marconi , el Dr Cordero organiza el centro de salud autogestionado en pueblo nuevo , localidad rural aledaña a Temuco ,consiguió un terreno para luego construir con sus propias manos y la de otros colegas un policlínico de salud mental. A inicios de los años 70, la Dra Lopez , jefa del servicio de psiquiatria lo apoya cediéndole el antiguo hospital de Nueva Imperial , para llevar a cabo su nuevo proyecto “granja psiquiátrica “, es el primer hospital de puertas abiertas. Asesorado por antropólogos extranjeros ,Cordero intensifica su trabajo en las comunidades mapuches de la zona documentado otras formas de hacer salud mental ,otorgándole el título de ser pionero en buscar entender la psiquiatría intercultural Chilena .Lamentablemente para él tampoco fue excepción el tener que truncar todo su trabajo por el golpe militar el año 73’ , el hospital de Imperial estaba en la mira de los militares, por la forma libertaria y abierta de ser y tratar a sus pacientes, al siguiente día del golpe militar se indica la orden de que se ejecutará a cualquier enfermo psiquiátrico que se viera fuera del hospital “no querían ver más locos sueltos”; relata que lo despiden al día siguiente y con ellos también se detiene completamente toda iniciativa innovadora . Fue exiliado a Inglaterra , allí trabajó en el Hospital “Neherne” de Londres. Regresando a Chile por los años 90’ , década que se caracterizó y encargo de mostrarnos grandes y nuevas expectativas de reestructuración de la asistencia psiquiátrica con el propósito de privilegiar el desarrollo de servicios integrados a la red común de atención sanitaria con énfasis en el desarrollo de dispositivos comunitarios y de lograr el desarrollo de un modelo centrado en el tratamiento precoz, continuo y eficiente, así como en rehabilitación y reinserción. Destaca en este periodo la integración de la Psiquiatría al hospital general y a la comunidad.
EliminarEstos dos grandes líderes de la psiquiatría comunitaria , Juan Marconi , Martin Cordero , trabajaron para la comunidad, en la comunidad y con la comunidad. Como nos señala Rosa Torres , en la monografía Experiencias de Psiquiatría Comunitaria en Chile .
EliminarPara la comunidad con las diversas acciones planificadas , teniendo siempre en cuenta las consecuencias que su acción pudiera tener en la comunidad.
En la comunidad, llevando todas aquellas iniciativas a terreno , buscando lugares cercanos y accesibles a la comunidad. Con un sentido de mayor familiaridad o proximidad.
Con la comunidad se refiere a todas las iniciativas que a que se planifican como respuesta efectiva a lo que la comunidad ha definido como problema , También aquellas iniciativas que consideran la retroalimentación directa y cotidiana de los integrantes de la comunidad, como el medio eficiente de evaluación del éxito o fracaso de estas iniciativas.
Para finalizar me gustaría reflexionar sobre lo importante que es involucrarse en la comunidad , salir de nuestra comodidad y llegar al terreno mismo donde esta ocurriendo la vida misma , atrevernos a aportar a través de nuestras ideas , movilizarnos , crear las instancias necesarias para llegar a muchos . Chile puede volver a tener como prioridad el respeto y el reconocimiento de cada uno de los integrantes de nuestra comunidad.
Un abrazo a todos y Felices Fiestas.
Comparto 100% tu ultimo comentario, es necesario salir de nuestra propia burbuja impuesta por el sistema actual y salir a conocer nuestro e interaccionar con la comunidad que nosotros atendemos. Si no sabemos donde estamos insertos y el tipo de personas que tratamos entonces nos es imposible acceder a una parte importante de la integralidad del manejo de pacientes con problemas de salud mental.
EliminarMe hace mucho sentido lo que ambos comentan, es completamente necesario poder conocer a nuestra comunidad, es la única forma de poder realmente tener una incidencia en ellos, ademas nos permite hacerlos participes de sus propios procesos. El involucrarse y salir de nuestra burbuja netamente asistencial se hace necesario para tener una visión y manejo integrales.
EliminarEn lo personal este año ha sido único respecto a "salir de la burbuja", como nunca antes he observado el trabajo en terreno y el compromiso de los equipos de salud. Estoy segura que en los próximos años esto solo puede mejorar
EliminarGracias por sus comentarios chicos , creo que tenemos una gran y linda tarea , elegimos una especialidad muy linda , llena de desafios que necesita de nuestra iniciativa , tenemos concretos cimientos desde donde agarrarnos . Un abrazo
EliminarConstanza me gustó mucho tu comentario y la reflexión final en torno a la importancia de involucrarse en la comunidad, ya lo han repetido varios compañeros en este curso y creo que debemos seguir mencionándolo: tenemos que dejar nuestros delantales en box y poner un pie fuera de la oficina, salir al terreno, conocer la realidad de nuestra comunidad, conocer sus costumbres y tradiciones, conocer cuáles son sus necesidades y cómo podemos, en conjunto, construir las soluciones. Debemos ser capaces de incorporar el saber popular, escuchar lo que quieren nuestros vecinos y poder juntos mejorar la salud del pueblo. El trabajo en terreno nos permite descubrir lo que ocurre verdaderamente con nuestros usuarios, no son una patología sino una persona con familia, con padres, hermanos, hijos… que están insertos en una comunidad. Resulta fundamental aprender que el proceso de salud y enfermedad está relacionado con todo el contexto sociocultural en el cual vivimos y, para poder recobrar la salud de nuestros pacientes, debemos acceder al ser humano con toda su complejidad e integralidad.
EliminarEstoy muy de acuerdo con tu comentario Constanza, de lo importante que ha sido la psiquiatría comunitaria y lo importante que es involucrarse y hacerla partícipe de la búsqueda del problema y la solución. es notoria la diferencia cuando uno evalue el contexto y la realidad.
EliminarConcuerdo con lo mencionado previamente, después de las lecturas que hemos tenido a lo largo de este curso y de las propias experiencias tanto trabajando previamente en APS como actualmente en la beca, se hace imperativo trabajar desde dentro de las comunidades (por eso tan importante el prefijo "intra"comunitario), tomando en consideración los elementos aportados por el trabajo pionero del Dr. Marconi y su equipo, vale decir trabajando de una manera horizontal, considerando el tejido comunitario del territorio desde donde trabajaremos, tomando en cuenta tanto las capacidades actuales de los colaboradores como las futuras capacidades que pueden emerger a medida que interactúan de manera dinámica las personas, las comunidades y las instituciones (políticas, sociales, académicas, etc).
EliminarResulta inspirador conocer que cuando la salud mental comunitaria, existía solo como un concepto y no había políticas públicas reconocidas y financiadas en el país para su ejecución, las experiencias que se documentan entre los años sesenta a noventas, vienen del entusiasmo y arduo trabajo de grandes académicos, que fueron ´´contra la corriente´´ y se atrevieron a instalar en la comunidad al centro de la medicina. Cosas que nos pudieran parecer simples, como capacitar a un grupo de facilitadores y asegurarse que ocupen lenguaje popular, tienen una complejidad relacionada a llegar con el mensaje correcto a la población correcta y en esto el Dr. Marconi, nos entrega las bases de cómo hacerlo.
ResponderEliminarMarconi nos da una visión de como los hechos históricos como la dictadura y el posterior Auge de la medicina mercantilista, afectaron el proyecto de medicina intercomunitario más genuino y recién en las últimas dos décadas hemos visto que se ha retomado con más fuerza alguno de sus postulados, pero sin la fortaleza de las organizaciones comunitarias civiles que tuvimos décadas anteriores. Si pudiéramos resumir su obra vanguardista, sin lugar a duda incluiríamos: 1. Creación de nuevos lugares de atención en problemas de salud mental 2. Rol activo de la comunidad 3. Creación de la figura de monitores en salud. 4. Mirada psicosocial en la comprensión de las problemáticas de salud mental.
Algunos de sus logros concretos en la primera etapa de implementación: Aumento del Número de Asociaciones de Alcohólicos Recuperados de 4 a 35, en el Área Sur, Creación del Primer Cosam en la población La Victoria. Instituciones de Fomento de la Salud Mental, tales como: Clubes de Vacaciones, Grupo de “comprando Juntos”, Ramas femeninas y de Adolescentes del Centro, Jardín infantil para la prevención primaria de la Privación Sensorial, Prevención Secundaria de Trastornos Emocionales en esposas de alcohólicos. Creación de los jardines infantiles populares donde las cuidadoras son las mismas madres de los niños de la comunidad, entrenadas por el equipo de salud en lo concerniente a la prevención de la privación sensorial de los niños. Esto nos demuestra, así como los resultados de otras experiencias realizadas con posterioridad, que con un equipo cohesionado, un trabajo ordenado e integrador y los recursos necesarios si se pueden lograr cosas buenas con este modelo.
Otro destacado psiquiatra en esta área es el Dr. Martin Cordero quien, en Temuco y conociendo el centralismo imperante del país, imagino que la cantidad de recursos escaseaba más aún, logró con muchos ímpetus formar una unidad de salud mental comunitaria, la integración con el pueblo mapuche, el trabajo en comunidades rurales donde se implementa una granja de cultivo de remolacha y de crianza de ganado. Los resultados que traerían estas intervenciones se reflejan en la desaparición de la lista de espera, disminución de los días de hospitalización, constitución de agrupaciones de familiares y amigos de pacientes psiquiátricos entre otros. Yo creo que su célebre frase “para nosotros la única psiquiatría sensata era la psiquiatría comunitaria”, hablan mucho de su legado, el cual es reconocido no solamente a nivel nacional si no como referente para la OPS y universidades europeas.
Felices fiestas y les deseo prospero año 2022.
Cordero es un tremendo ejemplo ya que no puede ser excusa el no contar con una red de salud robusta o ausencia de recursos para no dar solución a la problemática de la población. Aquí es donde radica la mecesidad de desarrollar innovación y trabajo comunitario para sacar adelante los problemas que los agectan en conjunto....
EliminarConcuerdo con ustedes, muchas veces en regiones son aún menos visibles las necesidades y el Dr. Cordero fue un ejemplo en como innovar y aprovechar los recursos, integrarse totalmente a la comunidad en la que él trabajaba. Me gustó mucho su entrevista y la sencillez con la que va relatando todos los avances generados.
EliminarCatalina Zilic
Concuerdo contigo cristian en lo interesante e importante de saber cómo ha influido en la psiquiatría y en varias otras especialidades, el momento cultural y político, que queda muy demostrado cuando el boom de la psiquiatría comunitaria sufre un freno con lo ocurrido el año 73. lo importante es que hubo grandes doctores que contribuyeron a la psiquiatría comunitaria y continuaron con su labor durante estos años.
EliminarComparto la admiración por el Dr. Cordero y por como realizo grandes iniciativas con tan pocos recursos en una de las regiones más pobres de Chile.
EliminarCon respecto del trabajo del Dr. Marconi no hay duda, que al igual que lo que sucedió con el Dr. Cordero, se vio truncado su avance por la dictadura militar, pero no puedo evitar ver que el estado ha tratado en gran parte el problema de la estimulación infantil en APS con el Chile Crece Contigo en la actualidad, que si bien faltan de D3 a D5, gran parte del material es educativo para padres y madres (que vendrían siendo la comunidad).
Lo bueno es que a pesar de que se detuvo el avance en el 73, siguieron reportando y comunicando sus ideas y eso facilito retomarlas. cuando el contexto sociocultural así lo permitió.
EliminarEsta vez se nos presenta el origen y el desarrollo de la psiquiatría comunitaria en Chile, por medio de la obra de los doctores Marconi y Cordero principalmente, entendiendo que son la parte mas visible o representativa de un movimiento que involucro el esfuerzo de muchos actores.
ResponderEliminarEl dr. Cordero en sus tiempos ya hacia mención a algo que podría parecernos obvio, pero que no se transmite adecuadamente en el pregrado “Para nosotros la única psiquiatría sensata era la psiquiatría comunitaria”, mas aún menciona que la misma psiquiatría, campo en el que nos estamos formando, la psiquiatría se volvía parte natural de la medicina en vez de ser “una cosa exótica” creo que es relevante esto, porque cuando estudiaba en la universidad, se hablaba de la psiquiatría como "una cosa extraña", que no tenia avances y que dejabas de ser médico a profundizar en ella.
También trabajó en psiquiatría intercultural con el pueblo mapuche, pero su proyecto terminó abruptamente con el inicio de la dictadura militar, situación que compartió con el proyecto del dr. Marconi, junto a muchos otros proyectos sociales lamentablemente. se suele hablar que la salud mental no genero progresos en dicho periodo, quizás tendríamos una realidad muy distinta de haber continuado sin este periodo de estasis y nuestra misma formación hubiese sido distinta.
Marconi considera que luego de la dictadura el país cambió, que ya no hay agentes en búsqueda de cambios masivos y los profesionales están preocupados por lo material, principalmente los médicos, quienes ya no querrían trabajar en APS. Actualmente no creo que la realidad sea muy distinta, siendo que hace mas de 30 años que termino la dictadura. Pareciera que el modelo capitalista le arrancó la vocación del corazón de los profesionales, pero yo creo que mas bien, que es el modelo privado que antes no existía como ahora, el que seduce a los profesionales con sus múltiples beneficios personales, como ocurre como el resto de los profesionales y trabajadores de cualquier ámbito y en general con la mayoría de las personas. Es difícil pedirle a alguien que sacrifique su propio beneficio, por el beneficio de otros. Los médicos también son personas, aunque algunos quieran creer que no o intenten aparentar lo contrario. Personalmente creo que los médicos en extrasistema ganan mucho a costa de los pacientes, y espero que los cambios en el modelo de salud permitan equilibrar la inequidad actual.
Saliendo un poco del pesimismo, el legado que dejaron los profesionales al iniciar el modelo de psiquiatría comunitaria, ha permitido, que terminada la dictadura, esta volviera a avanzar, y de forma muy importante a la fecha: El trabajo que se hace en las comunidades, en coordinación en los centros de atención primaria cada vez cobra mas fuerza de equipo entre medicina, psicología y trabajo social ya no se cuestiona, y la enfermería esta cada vez mas integrada, el resto de los profesionales se van sumando y la misma salud mental actualmente es tema en todos los ámbitos y estratos sociales, y hay que agradecer en parte, a la pandemia por esto.
Me gusta mucho cuando el Dr Cordero menciona que la única psiquiatria sensata es la psiquiatría comunitaria , y es que el mismo es protagonista de esto, tal cual menciona sus vivencias en la novena región y cómo logra ser un ejemplo para todos de sobre como la interculturalidad es parte de nosotros y que debiésemos empezar a considerar.
EliminarYo no estoy tan de acuerdo con que sea la única psiquiatría sensata, lo que sucede es que como modelo probablmente es el mas prometedor, con mayor numero de areas por desarrollar con mayor probabilidad de exito que los otros modelos, y con deudas en poder demostrar algunas intervenciones que aún son patrimonio de la psiquiatría asilar como pacientes de alta complejidad que se encuentran recluídos en los elefantes blancos....
EliminarTras la lectura, se abren nuevos caminos y desafíos en nuestros lugares de trabajo y tal como lo señalan, es importante es generar este traspaso de conocimientos, incluso desde el pregrado, sin dejar de lado la interculturalidad que muchas veces nos es desconocida y por eso mismo nos cuesta tanto considerar.
EliminarCatalina Zilic
Estoy completamente de acuerdo con Gonzalo en su último párrafo, los avances logrados mediante la incorporación en APS de programas de Salud Mental multidisciplinarios ha servido para tener el grupo de D1 y D2 en lo que era la pirámide de atención del Dr. Marconi, que en la actualidad llegan directamente a D5 en ocasiones con la actividades de promoción y prevención en salud que se estipulan en las programaciones anuales.
EliminarAl igual que Eduardo, no creo que sea la única Psiquiatría sensata, ya que al menos Marconi se abocó principalmente a las patologías más frecuentes de lo externalizante en hombres e internalizante en mujeres, me dio la impresión que dejó de lado los trastornos psiquiátricos más graves, y tampoco creo que sea adecuado dar la opción de indicar tratamiento farmacológico a personas sin el entrenamiento adecuado (D3 y clorpromazina por ejemplo). Los recursos pueden ser muy limitados, pero a mi al menos me enseñaron que lo primero en medicina es no dañar, y creo que un uso irresponsable de psicofarmacos puede hacer bastante daño.
Yo creo que la discusión sobre el interés de los médicos de trabajar en el sistema publico, da para una gran debate, pero yo si creo que hay muchos médicos que siguen teniendo vocación y que se interesan en trabajar con los más necesitados, pero claramente el sistema público debe ser atractivo laboralmente en todos sus componentes para evitar el éxodo hacia el sistema privado.
EliminarLos textos elegidos nos reseñan como se fue gestando en los 60 y parte de los 70 el proyecto comunitario partiendo por un problema prevalente de antes y ahora, como es el alcoholismo. Como se fue extendiendo al resto de la comunidad de la población elegida a otras áreas como programas de neurosis para las mujeres o de estimulación temprana en los niños.
ResponderEliminarSin contar con recursos, con objetivos modestos, se fue gestando el proyecto a través del importante aporte de la comunidad. Esto con la delegación de funciones a través de adiestramiento de entes insertos en su comunidad, que a la vez pudiesen organizar y movilizar a sus pares.
Como parte de la revolución cultural y salud mental las bases para construir una sociedad mas justa con igualdad de acceso a atención de salud mental, y como debe este aplicarse en forma integral para poder ser implementado con los escasos recursos con los que se cuenta; tanto estructural, económico y de recursos humanos. Coloca a la comunidad como principio constituyente y transformador de las ideas. También la influencia de las condiciones políticas y sociales de la época, expresadas en la vida comunitaria.
De la entrevista del Dr Cordero me es interesante como se va gestando una psiquiatría comunitaria desde la nada. Desde instituciones con tratos miserables de hacinamiento, abandono y escasas posibilidades de rehabilitación hasta la estructuración de un hospital denominado granja-psiquiátrica con puertas abiertas, donde todos los pacientes que se escapasen pudiesen regresar cuando lo deseasen. El como imperaba el empezar a “creer en los demás” y movilizar agentes de cambio de salud mental dentro de la propia comunidad. El crear una psiquiatría con los valores que todo sujeto enfermo debería tener, degradado permanente por la sociedad.
Respecto al Dr Marconi destaca su figura histórica inspiradora y vanguardista en la creación e implementación del programa de alcoholismo, neurosis y estimulación en guardería. Su aporte en la salud mental comunitaria dejo un legado metodológico para la intervención en comunidad: la implementación de monitores, creación de nuevos espacios insertos en la comunidad, mirada psicosocial en la comprensión de problemáticas de salud mental y el manejo interdisciplinario en psiquiatría. Todos estos son conceptos legados por el doctor en sus publicaciones sentaron las bases para la implementación a futuro de políticas de salud en los años 80
Relevante es cómo la salud mental va tomando posturas en la sociedad a medida que pasan eventos críticos como las guerras, dictaduras, desastres, etc... Las circunstancias políticas y sociales permiten el nacimiento de la psiquiatría comunitaria. Me pasa, en lo personal , que asocio mucho la medicina familiar y comunitaria a la salud mental , y es que el estar cerca , observar directamente lo que acontece a una comunidad, familia, grupo de personas, nos hacer darnos cuenta que frente a las dolencias y necesidades , la salud mental se deteriora y se hace presente.
ResponderEliminarComo menciona Rosa Torres en su monografía " siendo la salud mental la quinta prioridad sanitaria ( años 90)..." hoy , 30 años más tarde , apuesto con seguridad que es la primera. Y es que como sociedad estamos percatándonos que nada funciona si ésta no se considera prioridad y que constantes vulneraciones a derechos humanos a lo largo de la historia, hacen que esta epidemia cobre importancia.
Tal como he señalado anteriormente, desde que egresé trabaje por casi 5 años en el sector público y muy cerca de gente vulnerada, es por lo mismo que estoy totalmente de acuerdo en que el enfermo mental crónico no debiese ser separado de su mundo habitual y debemos siempre buscar su protección, contención , mejoría y bienestar social para su indispensable proceso de sanidad .
El concepto de psiquiatría CON la comunidad es la esencia de este modelo ideológico, creo que la relación directa con la sociedad evita sesgos, intervenciones poco personalizadas y disminuye la desconfianza terapéutica. Me agrada el hecho de que la comunidad conozca la enfermedad mental , se interiorice que sí es posible prevenirla y tratar a tiempo y , lo más importante, evita el estigma.
La reforma psiquiátrica Chilena integra la psiquiatría al hospital general y a la comunidad , gran protagonista don Juan Marconi. Lo considero un "capo" , debo admitir que poco o nada sabía de él. Este médico se atrevió, vio lo que muchos no querían ver y apostó por una estrategia distinta que a mi parecer considera más el bienestar de un otro. Creo que los niveles de delegación de su modelo aumentan la eficacia y eficiencia de un sistema y produce el acercamiento de los profesionales de salud a la realidad y de la realidad a los profesionales de la salud. Me quedó mucho lo pragmático, simple y fácil de visualizar de sus esquemas, como su forma de ejemplificar y de pensar fueron tan claras y certeras. Sí debo reconocer que mientras leía sobre su modelo tenía algunas dudas respecto al manejo de la información entre los distintos niveles, que luego se menciona en el texto que el mensaje podía ser indirectamente evaluado por índices de cambios de actitudes, morbilidad, etc... Me genera aún curiosidad el detalles de esto.
Lo que más me queda es que es la misma comunidad en donde esta la respuesta y es ella misma quien otorga solución a sus necesidades, es partícipe de su salud y por lo tanto son "uno más". No puedo dejar de mencionar cómo Marconi "le da en el clavo" en el rol del estudiante de salud, en implicarlo en la comunidad intentando generarle un espíritu crítico y generador de propuestas para una mejor salud.
Ma. Alejandra Enríquez
Mucha razon en tu intervención Ale, y no es solo la primera, sino que probablmente ni siquiera tengamos noción de su real dimención y complejidad...
EliminarSaludos
Eduardo
Coincido contigo Ale, actualmente la salud mental sin duda es una prioridad sanitaria, que lamentablemente tuvo que ser visualizada por gran parte de la población mundial en un contexto extremo de pandemia. Saludos.
EliminarMaría Alejandra, concuerdo plenamente contigo en que las intervenciones en y con la comunidad, evitan sesgos, informan sobre la propia enfermedad, pero quiero destacar de forma especial algo que mencionas: disminuye la desconfianza terapéutica. Este es un punto que afecta tremendamente las "intervenciones" que se realizan, y que ha nacido de la deshumanizando las atenciones, sumado a un sin fin de eventos. No obstante, la psiquiatría comunitaria como la vivían el Dr. Marconi y Dr. Cordero, puede ayudarnos a disminuir esta desconfianza terapéutica y nos ayuda a poder vernos y sostenernos como un gran entramado social, donde todos de una u otra forma nos necesitamos y apoyamos.
EliminarCreo que una de las cosas lindas de nuestra especialidad, es que no nos podemos hacer los desentendidos con el contexto social para conseguir buenos resultados. Prioritario que se siga visibilizando que la atención de salud mental es una prioridad sanitaria.
EliminarLa genialidad se revela de diversas formas en las diversas disciplinas que cada hombre por decisión, basado en la pasión (como en el caso de Marconi al ingresar al instituto de investigación en alcohol), y en este caso el deber profesional (que incluía revelarse a la técnica de ser necesario como a las técnicas psicoanalíticas), decide llevar a cabo como proyecto de vida profesional. Este es el caso del Dr. Marconi y en buena parte también del Dr. Cordero y Dr. Weinstein. Hombres adelantados a su tiempo que tienen la capacidad de dar miradas diferentes en búsqueda de soluciones más eficientes a las problemáticas poblacionales que solo llegan a buen puerto si se dan las condiciones personales (decisión, disciplina, perseverancia y resiliencia), asociado a las condiciones institucionales con equipos directivos de salud que tengan visión para poder impulsar en conjunto esta nueva mirada de implementación de programas de salud, como fue y es hasta la actualidad la psiquiatría comunitaria.
ResponderEliminarEl llevar adelante las transformaciones de los paradigmas de tratamiento asilar a lo comunitario, construyendo sus perfiles tecnocráticos con mirada social y traduciéndolos en su legado como fue la psiquiatría intercomunitaria, mediante la transferencia tecnológica donde no solo trata de llevar la mayor parte del tratamiento en la comunidad, sino que además hacerla parte de este tratamiento tanto por el bien del paciente, así como también por el enriquecimiento de lo comunitario y lo social. Aquí se comienza a implementar esa psiquiatría para, en y con la comunidad.
El hacerlos parte de enfrentar patologías que enfrentó como alcoholismo, las neurosis y la privación sensorial como nos describe escobar, es el salto cualitativo global que engloba todos los actores sociales en contexto de alta complejidad desde el sentido de no contar con mayores recursos y ver como se iban haciendo responsables de los avances y logros ejemplificado en las intervenciones con el pueblo mapuche o con grupo de niños en las plazas. Que son parte del padecer del enfermo que puede enfermar a la misma comunidad cuyo sistema revolucionario permite la aplicación en paralelo de las intervenciones primarias, secundarias y terciarias lo que da el sello de genialidad a este tipo de proyectos, destacando la reducción del sufrimiento y prolongación de la patología para el paciente teniendo mayor éxito de la reintegración a su comunidad y recuperando de forma mas eficiente su funcionalidad, el enriquecimiento de la comunidad la transformarse en un aporte hacia uno de ellos mismos así como indirectamente poder prevenir y proteger su salud como colectivo, y finalmente aumentar la eficiencia en la intervención terapéutica haciéndolas menos costosas, más eficientes reduciendo tiempos de intervención y aumentando el acceso a otros que se encuentran a la espera de atención. El salto cualitativo que da este modelo y quizás su mayor triunfo sobre el asilar, es como lograr que el paciente se haga cargo de su propia salud mental con libertad, dignidad y una verdadera autonomía respetada por quienes lo apoyan en su proceso de lucha por superar la enfermedad.
Por otra parte, y no menos relevante, este tipo de intervenciones permite sacudir y despertar a las comunidades para lograr mejoras en sus necesidades colectivas logrando el esfuerzo mancomunado y la disposición de trabajo en conjunto que le permita obtener los logros anhelados consolidando lo comunitario, el interés común y desarrollando la fraternidad entre personas como objetivo universal. Todo esto puede ser alcanzado solo si el poder técnico logra apartar al poder político, con el fin de levantar los sistemas de delegaciones y entregar el poder a las comunidades haciéndolas ver que no son una parte de la salud mental, sino que son la salud mental.
Pero como sea y al final de todo, e viaje de París a Panguipulli puede ser una linda victoria profesional para quien lo quiera tomar, como ejemplifica en su trayectoria el Dr. Marconi.
Saludos cordiales.
Eduardo Peirano O.
Considero en extremo importante lo que mencionas como el mayor éxito del sistema comunitario, que es el lograr responsabilizar a la comunidad de su propia salud mental, y en el caso de los pacientes tener responsabilidad con su propio bienestar y tratamiento. Básicamente es el paso del paternalismo a un modelo que prioriza la autonomía y libertad personales.
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ResponderEliminarUna vez mas con las lecturas, vamos conociendo detalles de la historia de la psiquiatría chilena y como a través de los diferentes acontecimientos políticos y movimientos sociales, nacionales como internacionales, se va modificando la forma de ver la medicina. La revolución cultural chilena en programas de salud mental destaca la íntima relación entre las diferencias de clases sociales y los problemas de salud mental, donde se contraponen las ideologías europeas de medicina con las ideologías populares y aborigen de esta.
El trabajo del Dr. Marconi fue revolucionario, motivado por la reforma universitaria y a través de una conferencia del Dr. Silva, implementa un proyecto, muy bien definido y organizado, que daría paso a las intervenciones y la nueva forma de ver la psiquiatría. Si bien trabajé años en APS, con un modelo comunitario, nunca logramos llevar a cabo la real coordinación y trabajo comunitario, que, si lograron en esos años, me parece muy interesante volver a enfocarnos en ese trabajo dentro de la comunidad donde son las personas las que van definiendo los contenidos, se van empoderando de su salud y donde son muchos los actores, con funciones definidas, se delegan estas y se expande el conocimiento más allá de un box de atención.
Un tema me llamó la atención y que el Dr. Marconi comenta en su entrevista, es que, a pesar de los buenos resultados obtenidos y el impacto en la forma de ver la psiquiatría, esto no se ve reflejado en llegar a políticas ni leyes de salud pública ni se mantuvo el modelo en la formación de los médicos.
La entrevista al Dr. Cordero fue personalmente muy motivante, no había escuchado sobre su experiencia con la psiquiatría intercultural ni el hospital psiquiátrico de Nueva imperial. El llega desde Santiago, movilizándose en pro de conseguir más fondos y recursos humanos, logran la construcción de un nuevo hospital y realizar tratamientos que ni siquiera en Santiago se realizaban, transformándose en referente para la Organización Panamericana de la Salud.
Se integra a la comunidad dándose cuenta que eran otros, como carabineros, profesores, curas los que veían antes a los pacientes por lo que generan capacitaciones para ellos. Además, logran que les cedan el hospital de Nueva Imperial y en conjunto con los pacientes, lo reparan y generan una granja psiquiátrica, que es el primer hospital de puertas abiertas de Chile.
Finalmente me quedo con esta experiencia y con la frase del Dr. Cordero, porque como ya hemos visto el modelo biomédico no es suficiente y concuerdo que “ la única psiquiatría sensata era la psiquiatría comunitaria”.
Saludos
Catalina Zilic
Muy de acuerdo contigo Catalina, y con esa frase del doctor Cordero, de lo importante que es la psiquiatria comunitaria y que lindo es saber que nuestra beca tiene ese enfoque que necesitamos seguir extendiendo.
EliminarEs interesante el poder ver como ha ido evolucionando lo que conocemos como salud mental y psiquiatría comunitaria, ver como a raíz del progreso o regresión social esta ha debido ir cambiando la forma en que se desarrolla así como también sus focos de interés, avanzando desde una psiquiatría completamente institucionalizada a la integración de la sociedad de forma activa en esta.
ResponderEliminarEn cuanto al video y lecturas es interesante el poder acércanos a la salud mental y su desarrollo en nuestro país, poder observar los cambios de esta a lo largo de nuestra historia, donde destacados profesionales allanaron el camino por el cual hoy nosotros transitamos. En ese contexto me parece relevante mencionar al Doctor Marconi, como él se acerca a la psiquiatría comunitaria, su visión de integrar a la comunidad, utilizando los recursos que la misma puede aportar en sus propios procesos terapéuticos, generando a su vez mayor cercanía con la comunidad, un trato mas humanizado y a su vez de mayor horizontalidad, centrando su atención en la base de la pirámide, vale decir desde las personas hacia la institución y no al revés como lo enfoca el modelo institucional.
También mencionar al Doctor Cordero, un gran profesional cuya labor es digna de admiración, ya que, el observa una oportunidad en aquellas personas que son despreciadas por la sociedad “los locos”, y a su vez los integra de forma tal que puedan sentirse útiles. En un momento de gran dificultad social él y su equipo movidos más bien por el altruismo que por interés económico, sacan adelante el hospital de nueva imperial, integran a los pacientes y lo convierten en la primera experiencia psiquiátrica intercultural y autosustentable. También es relevante mencionar el respeto que muestra por la opinión y visión que puedan tener los pueblos originarios sobre la psicopatología y su abordaje, me parece que es una forma integral de poder llegar al paciente, a la comunidad basada en el respeto por la diversidad y visión de los pueblos ancestrales, la cual lamentablemente hasta el día de hoy es segregada por la medicina occidental. Lamentablemente todos estos avances se ven paralizados por la irrupción de la dictadura y la oleada de violencia característica de este lamentable periodo de la historia, en este contexto nuevamente la salud mental pasa a un quito plano… sin embargo post dictadura y en la actualidad nos damos cuenta que la psiquiatría comunitaria debe ser piedra angular en el poder acércanos a la salud mental de nuestra población… esto me hace pensar en el modelo de salud intercomunitario que comentaba Marconi, y también en el sistema sanitario Cubano, donde la población es el centro, no la institución, donde el médico de familia es un actor fundamental, este conoce a su comunidad, a cada familia y las dinámicas de esta, esto permite actuar de forma adecuada en su comunidad, al ser conocedor de los malestares que la aquejan y también de su contexto y cultura.
continuación: En Chile también se ha avanzado en ese sentido, pero me parece que aún estamos lejos de poder lograrlo debido a que no tenemos personal suficiente para lograr ese nivel de contacto con la comunidad, a su vez en los cesfam y cosam muchas veces los profesionales nos vemos colapsados y saturados, todo es asistencial, siendo prácticamente nada de la jornada laboral destinado a la comunidad y la interacción con ellos. En ese sentido me parece relevante y necesario que el estado pueda brindar mayor cantidad de recursos a la salud mental y que esta sea considerada con la misma relevancia que las patologías somáticas, y que a los profesionales se nos permita el acercamiento a la comunidad, para poder de este modo brindar atención integral y de calidad a nuestros pacientes.
EliminarEstoy de acuerdo contigo, resulta agotador enfrentar la demanda y la necesidad de las personas, pero al mismo tiempo mientras existan este tipo de instancias, de a poco se logrará generar conciencia en nuestras autoridades y se entregará el presupuesto y la atención tan necesaria en esta rama abandonada.
EliminarMe parece muy interesante lo que comentas, sobre todo de que parece ser que no existe personal suficiente para generar ese nivel de contacto con la comunidad. Y donde existe esta cantidad, están sobrecargados en actividades que parecen ser más relacionadas con la atención en box. Además de brindar más recursos económicos y humanos, quizá también sea preciso un cambio de actitud y de fomentar espacios y horarios destinados a la intervención en comunidad, cambiar los incentivos en forma de asignaciones para estas actividades, etc.
EliminarNicolás Jonathan Melej Varela
Residente de Psiquiatría Infantil-Adolescencia UChile, Sede Sur
Estoy de acuerdo contigo Paola, el personal destinado para el trabajo en atención primaria y en la comunidad es mínimo; siempre se habla y se piden más especialistas para los hospitales etc, y nos olvidamos de lo importante que también es poder conocer la realidad local y desde ahí comenzar a trabajar para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Como dice Nicolas, es fundamental que a pesar de la falta de recurso humano, se puedan gestionar espacios y horarios destinados a la intervención en la comunidad más que solo enfocarse en el cumplimiento de metas de atención en box.
EliminarPaola, me parece tan relevante lo que mencionas del Dr. Cordero y su tremendo rol en poder integrar a los "locos" en nuestra sociedad, en una época y lugar donde había poco conocimiento del sufrimiento de esas personas y donde quienes abogaban por ellos también eran vistos como "locos", incluso por la misma comunidad médica. Trabajé 5 años como general de zona en Carahue, localidad vecina (a 5-7 min) de Nueva Imperial y hasta cuando me vine, aún había cierto recelo para con quienes padecían de alguna enfermedad mental, me imagino la situación vivida en la época del Dr. Cordero y solo puedo sentir admiración hacia su trabajo que como bien dices, es movido principalmente por altruismo y preocupación/empatía genuina que por otra cosa.
EliminarQue importante lo que comentas Pao, tal parece que es necesario un cambio fundamental y estructural a la forma en que pensamos la psiquiatría, la salud mental, la medicina y la vida misma. En uno de los comentarios de más arriba Gonzalo Muñoz también mencionaba algo similar, un cambio cultural que ocurrió post dictadura, una especie de "apatía colectiva" de la cual aún no nos hemos podido sacudir del todo, porque estamos embotados por los "cantos de sirena" que representan el materialismo desenfrenado y el individualismo descarnado.
EliminarPensándolo de esa forma, no bastará con reformas políticas. Las reformas políticas serán una parte del camino (pensando en las oportunidades que abre un gobierno con una mirada algo más comunitaria que los que hemos tenido antes), pero otra parte del camino la hará la cultura, el sentir colectivo, pero también la vida interior de los individuos, vale decir nosotros.
Estamos entonces frente a un momento en donde la educación de las nuevas generaciones es fundamental, la forma en que criamos a los y las niñas, la forma en que los ayudamos a descubrir sus talentos. Tal vez para las generaciones actuales es irrisorio pensar en el bien común por sobre el bienestar individual, pero quizá existe una forma de educar a las nuevas generaciones, en paralelo a reformar las comunidades y las instituciones socioeconómicas, políticas y culturales, para que en varios años más pueda ser de pleno sentido común la frase "si tú estás mal, yo también estoy mal, si tu estás bien, yo también estaré bien". Algo que quizá suena tan utópico un 1 de enero del 2022, pero probablemente sea de pero grullo pensarlo en el 2050 (y que probablemente sea la única vía para seguir existiendo como planeta y especie para esa época...)
Inicié mi lectura de esta semana con la monografía de la Dra. Rosa Torres, quien presenta una revisión bibliográfica detallada del inicio de la psiquiatría comunitaria en Chile y los logros de cada intervención, destacándose la obra del Dr Juan Marconi, Dr, Martín Cordero y Dr. Rafael Sepúlveda.
ResponderEliminarEs innegable el avance alcanzado por la Psiquiatría comunitaria en el mundo, desde la época en que “los locos” se mantenían separados y marginados (por ser considerados impredecibles y no necesariamente recíprocos como menciona el Dr Cordero), hasta el día de hoy donde contamos con instituciones magníficas como los COSAM ( mediante el modelo de pirámide de delegación ) y los hospitales de día, donde se trabaja directamente con el usuario favoreciendo un ambiente protegido, pero libre, “la vida en la comunidad es un constituyente indispensable en el proceso de sanidad del sujeto”
Considero hermoso el relato de la obra del Dr Martín Cordero y su granja psiquiátrica. Resulta imposible no admirar su persistencia y constancia para asumir, pese a las adversidades, el desafío de crear dispositivos de salud accesibles, completos, respetuosos, donde antes solo existía abandono. Imposible no imaginar la evolución poderosa que ese proyecto hubiese alcanzado de no haberse visto truncado por el golpe militar, que derrumbó casi por completo el progreso en el ámbito de la salud mental comunitaria, a la que se consideraba “muy libertaria” y donde se recibió la amenaza de disparar a cualquier “loco suelto”.
Resulta esperanzador el avance observado al retornar a la democracia, aun falta mucho por hacer, pero esto nos genera el deseo de ser partícipes en la mejora de nuestras instituciones y en la creación de las que se requieran para entregar una salud mental digna para nuestra gente.
Coincido contigo Johanna tambien considero bella y generosa la obra del Dr Martín Cordero y su granja psiquiátrica. Fue persistente ,pese a todo lo que pudiese interponerse en su camino , icluso el mismo choque intercultural con la población mapuche , trabaje en la araucanía mucho tiempo y lograr coincidir no muchas veces se da de manera fácil .
EliminarEl dr se quedó y hasta el final , como el verdadero " capitan de un barco al hundirse " hasta que le pidieran su renuncia en Dictadura, tal como dices derrumbando por completo su obra.
Coincido contigo johanna, tremendo legado el que nos deja el doctor Cordero, un ejemplo a seguir sin lugar a dudas. Nos queda ahora la tarea de llevar adelante sus ideas y contribuir al modelo de Psiquiatría comunitaria desde nuestras respectivas veredas.
EliminarSaludos
Muy de acuerdo con lo que mencionas, el trabajo de Cordero merece toda la admiración y un estudio exhaustivo de nuestra parte, para en la medida de lo posible movilizar estas iniciativas y adaptarlas a las realidades actuales en más zonas del país. En particular, ahora mismo me causa curiosidad cómo se realizaría una intervención de esta magnitud en la región mencionada, dado el conflicto existente y en cierta medida manipulado por los medios y ciertas tendencias políticas. Así mismo, cómo al día de hoy se trabaja en los hospitales interculturales, qué intervenciones o facilitaciones se han podido implementar en concreto y cuáles serían las dificultades que han tenido a través de estos años.
EliminarNicolás Jonathan Melej Varela
Residente de Psiquiatría Infantil-Adolescencia UChile, Sede Sur
de acuerdo contigo, dentro de la entrevista lo que mas me queda dando vuelta es como dos personas en un mismo ambiente pueden tener visiones tan distintas... sentí los comentarios de "no puede andar un loco suelto", tan irreales pero tan posibles a la vez y también plasmar como una institución jerárquica y rígida como la militarizada puede sentir que los locos son simplemente eso... locos en el mal sentido de la palabra.
EliminarNicolás, yo tuve la suerte de trabajar en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial durante unos meses, y si bien tiene ese nombre lo que hay de intercultural es tiene a una machi afuera del edificio, pero por lo demás nunca vi mezcladas la medicina occidental y mapuche.
EliminarMuy interesante las referencias para esta sesión, con ejemplos ya más concretos sobre cómo ha sido la implementación de los enfoques comunitarios en nuestro país y desde autores trascendentales en nuestra historia. Me agrada mucho tener acercamiento a los psiquiatras citados desde esta perspectiva, dado que, por ej., de Marconi en pregrado se nos pasa como materia más preponderante los aportes en psicopatología sobre la teoría estructural de la psicosis, y quizá no tanto sobre sus desarrollos en lo comunitario (que tienden a quedar más en otras asignaturas, como historia de la medicina en chile, determinantes sociales de la salud, etc.). De todo el material recopilado, con importantes detalles y aportes que hasta el día de hoy marcan el quehacer y el cómo se deberían hacer muchas cosas, destacaré los siguientes puntos que me llamaron la atención.
ResponderEliminarPrimero, cómo la situación de dictadura y la imposición de modelos económicos neoliberales a través de toda latinoamérica impactaron en los proyectos de salud mental comunitaria de la época. A través del hecho de que hubo resultados incipientes en cuanto a los objetivos planteados, y que todo eso quede suspendido por la irrupción de la dictadura militar, junto con todos los horrores que eso significó, me hace pensar en cómo al día de hoy puede persistir la polarización ideológica en torno a estas iniciativas. Es decir, en un contexto donde se incentiva la actividad económica privada, el éxito monetario y el acúmulo de riquezas en todo el espectro de la sociedad, en salud toda iniciativa que piense en un beneficio a nivel de comunidad parece ser insatisfactoria para estos fines y, por tanto, invalidada. Quizá este sea uno de los factores que están a la base de porqué después de tantos años, aún al día de hoy resulta difícil implementar efectivamente ciertos modelos de intervención y facilitación comunitaria, así como también el desinterés político general de fomentar aquello. Y todo esto podría verse en puntos concretos como el hecho de si en un CESFAM o COSAM existen o no incentivos para los equipos de salud para efectuar actividades comunitarias, dado que parece ser que estas asignaciones son más importantes para las hrs de atención en box y cantidad de pacientes atendidos, como si la salud mental se pudiera medir en forma de “rendimiento”.
Segundo, cómo con intervenciones educativas en la población es posible generar un impacto significativamente favorable en promoción y prevención de situaciones de salud mental a través de todo el ciclo vital. En particular, pensando en la formulación de jardines infantiles populares donde quienes asisten son los mismos hijos e hijas de las personas que estaban en otros programas (alcoholismo, neurosis, etc.), y quienes los sostienen con actividades de monitorización y asistencia de párvulos, son personas de la misma comunidad capacitadas por los equipos. Recientemente en nuestro seminario de Salud Mental Comunitaria tuvimos la oportunidad de trabajar con un jardín infantil en la Comuna de La Legua, en particular con actividades en torno a parentalidad positiva con los apoderados y en acompañamiento de niños y niñas en condición de espectro autista con las educadoras. Dentro del desarrollo de las actividades, reflexionamos en torno a cómo finalmente los niños y niñas desde etapas tan tempranas aprenden aspectos trascendentales sobre la construcción de su mundo, y que para ello en definitiva las educadoras son una parte fundamental. Cómo es posible desde actitudes, iniciativas e implementos que no requieren mayor logística ni inversión monetaria, acompañar respetuosamente a niños y niñas en condición de espectro autista y sus familias, propiciando un espacio de integración e inclusión en su jardín. Y cómo esto resulta en un aprendizaje que no es necesariamente para “responder una prueba”, para “cumplir bien una actividad” o para “aprender a quedarse quieto y hacer caso”, sino que es un aprendizaje para el resto de sus vidas.
EliminarPor último, quizá en esa época más inicial de las iniciativas comunitarias en el país hubo una situación tremenda que frena el avance y termina por provocar horrores en todo el campo de la sociedad, como lo fue la dictadura militar. Pensando en si hoy existe alguna situación que limite nuevamente los avances, que claramente que las hay, de momento me gustaría destacar un actor que puede ser no considerado o pasar en forma soterrada en la planificación de proyectos comunitarios, y que se constituye como un fenómeno en sí mismo determinante trascendental de la sociedad actual, como lo es el narcotráfico. Claramente un factor no solo de peligro en los sectores donde viven las personas, sino que también de las tendencias políticas que imperan en las comunas, de los entretelones a nivel más municipal o de corporaciones, de cómo se hace vista gorda a ciertos hechos que claramente dañan a la comunidad, y en suma, de cualquier posible intervención que como equipo de salud se pueda llegar a realizar. Como tal, me parece importante tener herramientas y una base general sobre este fenómeno, así como una contextualización concreta en la comunidad donde cada quien se va a desempeñar, con el objeto de posicionarnos adecuadamente con la intervención, así como propiciar la seguridad del equipo y de las personas con las que se va a trabajar. Me parece muy probable que la misma intervención comunitaria sea en sí una forma de desplazar este fenómeno, por ej., en el uso de plazas y otros espacios para actividades comunitarias a través de distintos horarios del día, decorar espacios públicos con jardines y murales, hacer limpiezas en sectores donde se tienda a formar basurales, hacer actividades tipo pasacalles donde participe la comunidad, etc.
EliminarNicolás Jonathan Melej Varela
Residente de Psiquiatría Infantil-Adolescencia UChile, Sede Sur
Nicolas, concuerdo plenamente con tus planteamientos. Respecto de lo que comentas del jardín infantil en la comuna de san Miguel, en el sector de la legua actividad de la cual yo también participé, me llamó mucho la atención cómo pese al contexto tan complejo en el que se desarrollan esos pequeños, con la ayuda de la comunidad y la entrega de las educadoras del jardín se logra generar un espacio protector y favorecedor del desarrollo, pese al flagelo de la droga o cualquier otro atentado contra un sano crecimiento… en ese lugar pudimos educar, aportar y aprender junto a los niñes, padres y educadoras, creo que esas actividades deben fomentarse y ser replicadas.
EliminarMe sumo a lo que dicen pues también tuve la oportunidad de participar en el trabajo con el Jardín. Mencionar que la experiencia fue enriquecedora, pues ir hasta el lugar y conversar directamente con las educadoras, conocer su realidad más allá de lo que se muestra por televisión, nos permitió diseñar de manera conjunta una intervención donde pudimos entregar conceptos concretos, manejo inicial y resolver dudas tanto de las educadoras como de los mismos padres. Sin duda estos talleres ayudarán a aquella pequeña comunidad preescolar en el mejor abordaje y no encasillamiento de conductas desconocidas como patológicas pues muchas de ellas pueden ser parte del desarrollo normal de un niño.
EliminarNicolás, que tremendo a lo que has apuntado y cómo lo has conectado con la realidad de la infancia... pues aquí también el modelo comunitario tiene su espacio y más que eso, un tremendo rol. El impacto que pueden tener las intervenciones educativas en la población que sostiene a los NNA y también con los mismos NNA es tremendo y nuestra bandera de lucha, ya que desde la educación y prevención podemos evitar cicatrices que a veces acompañan para toda la vida. Es ese amor y compromiso que pusieron el Dr. Marconi y Dr. Cordero en sus banderas de luchas, el que hoy como estudiantes nos inspira para nuestro trabajo desde el área de infantil en la comunidad.
EliminarMe queda dando vuelta tu duda, Nicolás, y también la comparto. ¿Cuál es el rol que han jugado la delincuencia organizada / narcotráfico en el impedir que resurja la vida comunitaria de estos territorios (ej: La Legua, La Victoria, La Araucanía, etc) post dictadura?
EliminarAlgo que me llamó la atención de las lecturas fue que en varias de ellas se menciona de qué manera las características ya existentes de una rica vida comunitaria fueron un terreno muy fértil para los trabajos del Dr. Marconi y su equipo. Pensándolo así, ¿no sería también que una dinámica de vida comunitaria así de rica pudiese ser también terreno fértil para algo como la delincuencia organizada o el narcotráfico? Si esto fuera cierto, estamos ante una situación de luces y sombras: una comunidad fértil en cuanto a su tejido popular y colectivo, en donde los lazos comunitarios son fuertes y sólidos, puede ser tanto tierra fértil de luz como de sombras. Parece clave entonces que en nuestra formación como médicos podamos estudiar más elementos de Historia, Antropología, Sociología...etc.. pues, ¿Cómo podemos efectuar verdaderas intervenciones de psiquiatría intra-comunitaria si desconocemos las determinantes sociales, históricas y antropológicas que han ido configurando el terreno?
Finalmente agregar algo, tal vez controversial, pero que no he podido olvidar desde que oí. Hace un tiempo atrás y en el contexto del mismo seminario que comentan mis compañeros del trabajo en jardín infantil en La Legua, tuvimos con Nicolás la oportunidad de asistir a un encuentro de formación de agentes comunitarios para salud mental en una junta de vecinos en San Joaquín. Allí, varios miembros de la comunidad mencionaron que la delincuencia organizada y el narcotráfico no fue algo que nació "por generación espontánea" en esos territorios, sino que fue efectivamente una situación que se buscó activamente plantar allí pues se sabía, de antemano, que sería un terreno fértil para aquello y que causaría estragos en la rica vida comunitaria que hubo antes del 73. No sé si alguna vez sepamos exactamente la verdad, lo cierto es que ahora nos toca ir rearmando y sanando los pedacitos rotos, que por cierto todavía están bastante rotos.
Estas nuevas lecturas mantienen el continuo de los temas revisados, pero enfocados en nuestra realidad nacional, pasando desde la historia de la Salud Publica expuesta por Mª Angelica Illanes al desarrollo de la Psiquiatría comunitaria, concebida como un modelo ideológico hecho para la comunidad, en la comunidad y con la comunidad.
ResponderEliminarMi primera impresión de estas lecturas fue de admiración a estos distintos gestores intracomunitarios que en desmedro de los paupérrimos recursos lograron cambios visibles, donde la comunidad y el paciente toman el protagonismo que siempre debió tener.
Es así como en los trabajos liderados por el Dr. Sepúlveda se logra mejoría en los niveles de adaptación y autopercepción, redefiniéndose el paciente desde “niños enfermos” a “pacientes del Programa de Psiquiatría Mayor” y el importante mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes con EQZ crónica. En otra experiencia destacable en Santiago, específicamente en el área sur (donde no había ningún servicio de salud), liderada por el Dr. Marconi fue los programas integrales , bajo un modelo relativista cultural, con énfasis en Alcoholismo, con extensión posteriormente a trastornos emocionales y privación sensorial. La enseñanza a través de técnicas pedagógicas programadas de reproducción masiva y el trabajo comunitario apoyándose en “La Pirámide de delegación en funciones”, fueron clave para este exitoso proyecto. Es aquí donde se pudo evidenciar que el médico (D1), si bien es un elemento de esta pirámide, no es el mas importante respecto al impacto en la resolución donde si son relevantes la comunidad (D5) y los monitores (D4).
Desde Temuco, destaca la iniciativa del Dr. Cordero en la participación de personas individuales e instituciones de la comunidad en el proceso de rehabilitación de los pacientes, consiguiendo la acogida de los pacientes en el “hábitat natural” de la comunidad, generando así una “Psiquiatría sensata” mermada en 1973.
Si bien la psiquiatría comunitaria, con estas intervenciones mencionadas y otras, tiene sus inicios en los 60’ aprox., el abrupto termino impuesto por el gobierno militar, generó un periodo de inactividad en salud mental por 17 años con un lenta reincorporación desde los 90’. Esto nos muestra la gran importancia del amparo de una ley de salud mental de todas las gestiones de protección a los pacientes y estándares de calidad, para no ser vulnerable a los cambios políticos administrativos del sistema de salud.
Creo firmemente que seguiremos avanzando en elevar el nivel de salud mental de la población, siguiendo el legado de estos luchadores sociales que mostraron la importancia y beneficios de salir a la comunidad, dejar el box y practicar la psiquiatría intracomunitaria con respaldos institucionales legales.
estoy de acuerdo contigo paula con respecto a salir de los box, pero a su vez me siento "atrapado" en nuestra realidad "protocolizada" ya que tanto en las lecturas como en la entrevista, se nos relatan médicos quizá fuera de su tiempo, haciendo cosas nuevas, cercanas que naces de sus observaciones diarias e internalización... quizá nos perdemos en nuestras guías sin buscar nuestras verdaderas realidades actuales.
Eliminarbuen fin de semana
Que impresionante es leer y oír las experiencias de los doctores Marconi y Cordero, no solo por la genialidad de sus ideas, innovando al mismo tiempo que en paralelo se llevaban a cabo revoluciones a nivel mundial en salud mental, sino también por los escasos recursos con los que contaban. Quizás sea el comienzo del año, que siempre puede resultar un tanto esperanzador, pero creo que leer cómo solo en base a motivación personal, sus propios ideales e ideas, lograron empujar proyectos que generaron cambios en comunidades completas (los hombres con consumo de alcohol, las mujeres que los sufrían a ellos, los "locos" de Temuco, como los llama el Dr. Cordero), transmite una ilusión enorme en relación a lo que podemos hacer nosotros en los próximos años si nos salimos de los límites establecidos que nos demarcarán nuestros puestos laborales. El solo hecho de acercarnos a los consultorios por motivación personal y no necesariamente en los horarios establecidos de consultorías, para averiguar cómo se están haciendo las cosas o impulsar un nuevo proyecto que pueda parchar alguna deficiencia que evidenciemos en nuestro trabajar cotidiano; el acercarnos a una comisaría, a una junta de vecinos, a las casas de nuestros pacientes, a un colegio en el caso de nuestros colegas infantojuveniles, puede generar una diferencia tremenda de igual o mayor magnitud que lo que podría hacerse en los 30 minutos de atención. Es desolador pensar cómo habría sido el progreso en salud mental comunitaria sin la detención (y destrucción) total que significó la dictadura, pensar a qué habrían llegado los programas que se estaban empezando a construir y cómo se habrían visto beneficiadas las comunidades que los habrían recibido. Pero como futuros psiquiatras jóvenes, me parece que es aquí donde se encuentra nuestro norte: trabajar en los espacios delimitados por el sistema para ayudar en cuanto sea posible, y para que este trabajo nos genere críticas, dudas, ideas, que podamos aplicar fuera del box de atención y que nos permitan entrelazarnos con la comunidad para cimentar soluciones que van mucho más allá de la indicación médico-psiquiátrica.
ResponderEliminarMuy agradecida por las lecturas, las cuales sin duda nos alientan a mantener nuestros ideales y luchar por y en conjunto con la comunidad como base del sistema.
ResponderEliminarQuiero destacar la importante entrega y visión del Dr. Cordero al mencionar que la psiquiatría debe estar entre las personas y el trabajo que hace en conjunto con la comunidad en Temuco y el Hospital de Nueva Imperial donde invita a la comunidad a ser parte del equipo entregando sus conocimientos sobre la naturaleza y de esta manera aportar por medio de la inclusión laboral a la rehabilitación, y a su vez intentar cambiar los paradigmas que “los locos se arrancan” por uno donde “siempre pueden volver” pues el hospital es un lugar abierto a la comunidad.
Por su parte el Dr. Marconi, con el cambio de modelo institucional al intracomunitario, nos muestra que también es posible impactar de mejor forma en la población conociendo qué está haciendo la comunidad pues se toma en cuenta lo que ellos proponen para buscar de manera conjunta soluciones donde las más sencillas sean resueltas dentro de ella misma. Además, con su propuesta de sectorización no dependiente de un hospital por ej, sino más bien limitado a manzanas o barrios, se descubren los problemas reales de esa comunidad en particular, que no necesariamente son similares a la comunidad vecina, donde la forma de intervención será diferente en cada una de acuerdo a sus necesidades y permitirá impactar de mejor manera mejorando indicadores de salud pues se trabaja desde y con ellos mismos. En base a esto quisiera hacer mi reflexión pues tal como él lo menciona en uno de sus documentos, cuando fueron a una comunidad a estudiar qué era lo más prevalente en las consultas de SM descubrieron que gran parte de las atenciones eran del área infantojuvenil donde hoy en día sigue habiendo un gran déficit de psiquiatras a pesar de tener evidencia de lo necesario no sólo para la indicación netamente farmacológica, sino para la psicoeducación de la población donde todos los niveles hablen el mismo idioma con el fin de multiplicar los saberes y la detección temprana de situaciones que pueden influir en el curso de vida integral de aquel niño, niña o adolescente. Esto nos demuestra que incluso para esta época, la necesidad de qué pasa con el área infantil sigue operando de acuerdo al modelo más bien institucional, adultocéntrico y no centrado en los niños y sus familias. Es de esperar que con la nueva constitución y gobierno se les de el lugar que corresponde como sujetos con los mismos derechos que los adultos, no minimizando su sentir por ser niños y “no darse cuenta de las cosas”. Esto también significará cambiar el modelo de salud asistencialista (en todos sus niveles) donde se incluya al estamento médico en horas destinadas para la educación en la comunidad donde se encuentren trabajando, pues hacer parte a la comunidad de la recuperación de uno de los suyos los empodera en seguir adelante por el bienestar de todos y quizás es momento de no esperar necesariamente que esos cambios vengan ordenados desde nuestros superiores sino nosotros mismos proponer y gestionar esas instancias para acercar la salud mental a la comunidad.
Yeaninne Hernández
Concuerdo contigo Yeaninne, lo importante de estar con la comunidad y lograr que los centros se encuentren cercanos al lugar donde viven, y así evidenciar las necesidades particulares de ellos.
EliminarTenemos que seguir mostrando lo importante que es la salud mental y que tiene que seguir avanzando en su priorización en recursos destinados a ello y la forma de hacer psiquiatria.
Concuerdo contigo Yaninne, sobretodo cuando mencionas la importancia de acercar al estamento médico a la comunidad, viéndolo desde nuestra vereda infanto juvenil existen muchas instancias en las cuales podemos realizar prevención y psicoeducación, podemos ir más allá de lo establecido, no quedarnos simplemente en el box cumpliendo metas asistenciales, si no, involucrarnos en las comunidades y de este modo lograr intervenciones integrales, en que la comunidad sea protagonista y participe de sus procesos.
EliminarYeaninne, que importante lo que mencionas respecto a que para que este modelo también tenga penetrancia habrá que cambiar paradigmas del modelo clásico asistencialista que aún está tan incrustado en nuestra comunidad médica. Por experiencia propia, puedo dar fe, que para cada actividad con la comunidad hubo que dar una gran lucha con los directivos ya que se "perdían" horas médicas de box...y como hace tiempo atrás dijo una compañera de psiquiatría adulto: hay que tener un pie adentro y otro fuera del box.
EliminarConcuerdo con lo que plantean, es sustancial poder adecuar el foco en cuanto a que las actividades "fuera del box" son tan o más importantes como las de atención directa de personas y emisión de recetas. Parece ser urgente considerar las causas de toda la dificultad que hay para generar intervención en comunidad, tanto desde la medicina general y familiar en CESFAM, como de la especificidad de centros de salud mental secundarios (COSAM, USAM, CESAM, etc.). A partir de ahí podría ser posible reformular la situación y remarcar la importancia de estas actividades, en particular aquellas dirigidas a infancias y adolescencias, pero sin duda trascendentales para cualquier etapa del ciclo vital.
EliminarNicolás Jonathan Melej Varela
Residente de Psiquiatría Infantil-Adolescencia UChile, Sede Sur
Me sumo a lo que ha señalado Yeaninne y los demás compañeros, y agrego que para que esto se realice es necesario, como dice Javiera, un cambio paradigmático, un cambio cultural. Esto puede tardar muchos, muchos años, genera de por sí ronchas y resistencia, no es fácil y requiere un compromiso acérrimo por parte de quienes lo deseamos, además se necesita tener una visión optimista a largo plazo, una esperanza duradera, ser persistente incluso frente a los desafíos. Me parece que tanto el Dr. Marconi como el Dr. Cordero (y seguro muchos y muchas que estuvieron en las filas de sus equipos de trabajo) poseían estas características, que pueden parecer nostálgicas o anticuadas, pero al contrario, me parece que son las características necesarias del presente para que exista un futuro.
EliminarSeguimos avanzando en sumar conocimiento de cómo ha ido avanzando la psiquiatría en nuestro país y que no es muy distante de lo que ha ocurrido en otro países. Pasando primero por los asilos, la institucionalización y luego la desinstitucionalización con un enfoque comunitario. Se no muestra la historia de dos grandes doctores, referentes de la psiquiatría comunitaria, siendo uno el Dr. Marconi y otro el Dr. Cordero. Uno en la capital en Santiago y el otro de forma regional en Temuco, logran imponerse con gran conviccion y vocacion de que la psiquiatría, necesitaba y necesita un enfoque comunitaria trabajando con la comunidad y para la comunidad. Demuestran que son ellos los que evidencian los problemas y pueden también aportar en el tratamiento y la rehabilitación de una forma mucho más eficiente y aterrizada.
ResponderEliminarEs importante destacar lo poco y nada de recursos con los que contaban pero a pesar de eso y estando en lugares distintos, lograron crear un programa intracomunitario que fue efectivo y dio frutos de forma objetiva. En Santiago sur se pudo ver la efectividad del programa contra el alcoholismo, y en Temuco al crear la granja psiquiatra también se demostró no solo a nivel nacional si no que internacional que trabajando con la comunidad y para ellos se lograron grandes resultados y avances.
Es verdad que el momento histórico y cultural ha marcado la psiquiatría, quedando muy en evidencia que luego del golpe militar hubo un freno que recien se logro sacar en los año 90. pero eso no genero una detención, si se retrocedió en ciertos aspectos y avanzó más lento en otros. por lo que es importante que nosotros aportemos desde nuestra vereda, aunque sea un granito en todo el trabajo, tenemos que ser parte. ya que todos aportando de diferentes formas y medidas en este legado tan importante del enfoque comunitario de la psiquiatría, se lograra seguir avanzando.
saludos!
Muy de acuerdo, que todos aportemos con nuestro granito de arena, hará más sencillo conseguir los macro objetivos. Saludos
EliminarEs muy interesante poder revisar la trayectoria vital de lo que ha sido el Modelo comunitario de atención en Salud Mental en Chile. Nos entrega no solo historia, sino también herramientas para enfrentar los desafíos que actualmente enfrenta el modelo con perspectiva y valorando el gran recorrido que hay detrás. Todo esto, de la mano de grandes personas que lucharon de forma apasionada y genuina por otras personas, por las personas que integran este país y que hasta ese entonces estaban tremendamente invisibilizadas como sujetos de derecho, como seres humanos parte de nuestra sociedad. Una de las personas que lucharon por el modelo comunitario fue el Dr. Juan Marconi, quien deja en un 2do plano una de sus grandes pasiones (la docencia), para dedicarse de lleno al desarrollo de este modelo, el cual, potenciaba de forma importante la voz de los protagonistas, la voz de las personas que padecieron las enfermedades. Es así como este modelo comienza a avanzar a pasos agigantados ya que gracias a que además, utiliza y optimiza los recursos que vienen desde la misma comunidad, conecta directamente con la realidad de las personas.
ResponderEliminarOtro luchador de esta causa es el Dr. Martín Cordero, quien realiza un tremendo e histórico aporta a la salud mental regional, en una de las zonas más pobres del país: Araucanía. Es aquí donde implementa un modelo similar en Pueblo nuevo y posteriormente en Nueva Imperial también, donde se genera el primer espacio de hospitalización puertas abiertas y trabaja de forma importante con la comunidad mapuche en un intento por comprender desde el respeto, la psiquiatría intercultural.
Lamentablemente, el trabajo de ambos líderes se ve truncado con el golpe militar, no obstante, la semilla ya estaba plantada en muchos otros que más adelante retomarían sus preceptos y continuarían en la lucha por la dignidad de atención comunitaria para las personas padecientes de alguna enfermedad mental, bandera que hasta el día de hoy es llevada por muchos y que para quienes estamos comenzando en este camino es tremendamente inspirador.
Concuerdo contigo en la importancia de las herramientas entregadas, el valor histórico y logístico que tiene conocer todas estas iniciativas al día de hoy, trascendental para poder implementarlas desde las distintas veredas que como personas relacionadas con la salud mental podemos transitar. En particular, es preciso además que cada quién se interiorice en su propia región a desempeñarse, conozca a su comunidad y a los agentes más importantes para valorar la disposición política, logística y económica de estas iniciativas, lo cual sin duda es un desafío para cada uno de nosotros.
EliminarNicolás Jonathan Melej Varela
Residente de Psiquiatría Infantil-Adolescencia UChile, Sede Sur
Javiera, es muy importante lo que mencionas, al igual que tú coincido en que tanto el doctor marconi como el doctor Cordero nos han dejado un tremendo legado, asociado a su vez a responsabilidad en nuestro desempeño diario, a ser actores activos en nuestra sociedad, y en la comunidad en la cual tengamos que ejercer nuestra noble profesión, espero podamos al igual que los doctores generar cambios en nuestra sociedad, espero que también los gobiernos de turno se encuentren a la altura de las circunstancias y que nunca más en chile la salud de lo chilenos se vea truncada por el egoísmo de unos pocos.
EliminarDe acuerdo con lo que plantea Javiera, es muy inspirador leer el relato del trabajo efectuado por los Dres. Marconi y Cordero. Además, como señala Nicolás es fundamental que de antemano nos interioricemos con las características del lugar en donde ejerceremos, es importante leer las realidades frente a las cuales nos vamos a desenvolver, empaparnos de su historia, de su cultura, de las necesidades de sus habitantes. Es inconcebible ser un/a psiquiatra íntegra/o sin conocer de antemano los elementos socioculturas, políticos, históricos y económicos que han moldeado a las personas con las cuales trabajaremos, ya sea codo a codo en la comunidad, ya sea en el box. Habemos muchos aquí que ya sabemos a dónde iremos a trabajar después de la beca (ya sea por decisión propia o por el concurso por el que hemos ingresado), muchos iremos a ejercer a lugares que desconocemos, me parece sumamente importante no llegar "con lo puesto" a estos lugares sino comenzar previamente -ahora, mientras estamos en la beca- el recorrido ya sea virtual o presencial por estos lugares, por sus calles, caminos e historias. No se puede disociar a la persona de su entorno, y no vamos a poder hacer una adecuada psiquiatría si no conocemos el lugar y las necesidades del territorio donde iremos a ejercer.
EliminarLuego de conocer en estos meses la historia de la psiquiatría desde sus orígenes, estudiar su desarrollo con sus aciertos y desaciertos; estas últimas semanas pude aprender sobre el sistema de salud pública chileno desde su génesis a fines del siglo 19 hasta 1973. Y con las lecturas de ésta semana he podido continuar aprendiendo sobre el inicio de la Psiquiatría Comunitaria en Chile, tanto en Santiago como en regiones.
ResponderEliminarCorrían los convulsionados años sesenta, en Europa se construía un gran muro divisor entre dos sistemas, mientras en Chile se producen grandes reformas universitarias, en el campo se lleva a cabo la reforma agraria y el país comienza a dividirse entre la “Revolución en Libertad” y la “Vía Chilena al Socialismo”.
Es en esta época en que sobresalen dos psiquiatras vanguardistas, muy sólidos técnicamente, con formación académica en Europa pero por sobre todo con una gran vocación social y comunitaria. Me refiero al Dr. Juan Marconi y al Dr. Martín Cordero, ambos entendieron tempranamente la importancia y los beneficios de una Psiquiatría Comunitaria y Social, comprendieron que los pacientes son parte de la comunidad y que deben estar insertos en la sociedad, plantearon que tanto pacientes como terapeutas debemos ser agentes de cambio.
El Dr. Juan Marconi fue pionero en el trabajo con la comunidad en el área sur de Santiago, promueve la inserción de la Psiquiatría en la comunidad. Realiza las primeras actividades de Psiquiatría Comunitaria en grupos de pacientes con alcoholismo, logrando la formación de decenas de grupos de pacientes alcohólicos puedan generar y transmitir el conocimiento entre todos para lograr una mejor salud mental.
El Dr. Martín Cordero creó la Granja Psiquiátrica en el antiguo Hospital de Imperial, dónde los pacientes abastecían de alimentos a la comunidad, dónde los pacientes estaban insertos en la sociedad porque no tenían fronteras físicas, eran un hospital abierto, demostrando que no existen fronteras entre “la locura y la cordura”.
Para finalizar quiero destacar la importancia de la Comunidad y la necesidad que tenemos de ser parte activa de ella, de conocer el hogar, la familia, la vida y el lugar dónde se desenvuelven en su diario vivir los pacientes, para esto no se necesitan grandes recursos sino las ganas de participar y el convencimiento de poder generar y transmitir conocimientos mutuamente.
Saludos y abrazos a todos y todas.
Diego González Castro
Creo que estas lecturas han sido de gran ayuda para mi formación, es muy agradable ver una entrevista del Dr. Cordero pues logra con su tono de voz y manera de contar la historia acercarnos a ella e imaginarnos cada pasaje vivido, a veces muchas veces lo que se lee no logra plasmar la vivencia, en mi caso particular y como el de varios compañeros del curso estudiamos en Temuco quizá por ello donde nos traslada el Dr. cordero son lugares comunes, quizá empolvados pero no tan lejanos, es reconfortante y a la vez angustiante ver que hace 40 años atrás se había avanzado en una forma tan enriquecedora en integrar a los pacientes a la sociedad. Dentro de nuestra historia esta incrustada la agricultura, el cultivas la tierra fue probablemente el trabajo de mas de algún abuelo o bisabuelo nuestro e imaginar que la Araucanía con sus problemáticas sociales presentes al día de hoy pudo avanzar truncadamente me produce una esperanza de que Santiago no necesariamente es chile y se pudo en algún minuto avanzar.
ResponderEliminarEn todas las lecturas podemos destacar que los médicos que plantean cambios desde las familias y la integración social son aquellos que tienen un efecto mas significativo en su actuar, todos ellos tienen en común el quizá un poco "retirar su bata blanca inalcanzable" y hacerse un participe de la sociedad ya sea formando a un campesino como un profesional par.
Me parece importante seguir considerando que la psiquiatría comunitaria tiene estos tres pilares: Para, en y con la comunidad; no podremos avanzar sin considerar el ambiente del paciente, no podemos avanzar sin considerar nuestra sociedad actual, no podemos avanzar sin conocer nuestra historia, no podemos avanzar sin una convicción política clara que pueda ver más allá del tiempo presente y plantearnos una realidad de largo aliento.
Saludos.
Coincido contigo Sebastián, los agentes intracomunitarios mencionados en la lectura muestran cercanía con la comunidad, donde tal vez si fue necesario quitar esa barrera de la bata blanca inalcanzable. Creo que actualmente cada vez somos mas los que aspiramos a imitar estas acciones. Saludos.
EliminarCon las lecturas y video analizados en esta quincena se logra complementar lo aprendido anteriormente en relación al desarrollo de la salud pública en nuestro país, esta vez centrandonos en el surgimiento de la psiquiatría comunitaria chilena. Me pareció muy interesante la propuesta realizada por el psiquiatra Juan Marconi en el año 68, al implementar el programa de psiquiatría intracomunitaria en el sector sur de nuestra capital, programa que sentaría las bases del modelo de atención de salud mental con el cual trabajamos actualmente, bajo las directrices del plan nacional de salud mental y psiquiatría del MINSAL.
ResponderEliminarLa idea del programa intracomunitario de Marconi surge por el bien conocido déficit de personal sanitario, siempre insuficiente para cubrir las necesidades de la población, más aún cuando esta población tiene pocos recursos económicos y socioculturales. Me parece un punto crítico que su implementación haya surgido en la población La Victoria, un sector vulnerable, que tuvo un crecimiento acelerado, donde la mayoría de sus integrantes eran obreros urbanos y campesinos, en los cuales el consumo perjudicial y dependencia al alcohol eran el “problema de salud mental” más importante, y donde no existían personal ni infraestructura adecuada para realizar atenciones, ni habían recursos para mejorarla. Es así como Marconi diseña la “pirámide de delegación de funciones” integrando a profesionales y agentes comunitarios en distintos niveles, siendo la base de esta pirámide la propia comunidad. El trabajo no solo se enfocaba en el tratamiento, si no en actividades preventivas y de diagnóstico oportuno, y la capacitación estaba adecuada tanto en el tipo de información como en el lenguaje utilizado para que cada grupo pudiera obtener el máximo provecho de esta. Este modelo, donde el trabajo con la comunidad se constituía como su principal fortaleza tuvo un éxito impresionante, así demostrado por los logros reportados por Marconi 3 años más tarde, tanto a nivel de capacidad diagnóstica por parte de la comunidad, así como el porcentaje de abstinencia a dos años de tratamiento, además del surgimiento de una comunidad mas consciente en la temática de salud mental: se iniciaron otros programas, instituciones y clubes. Junto a esto surgen además un grupo de profesionales con formación comunitaria, quienes propagarían el programa en otras localidades.
A modo de reflexión, me parece muy llamativo ver como salud pública, política y movimientos sociales se entremezclan profundamente en la historia chilena. Esta simbiosis surge naturalmente y no me resulta difícil de comprender: como mencionaba en un post anterior, quienes trabajamos en el sistema de salud público estamos permanentemente evidenciando las falencias de las prestaciones que damos, las dificultades económicas y las privaciones sociales y culturales de las personas que atendemos. Problemáticas que empujan a muchos a realizar acciones para combatirlas, mas aún si te encuentras trabajando en la comunidad misma.
El surgimiento de los programas comunitarios se desarrollaron durante el gobierno de la unidad popular, un momento de la historia donde lo social tenía un rol protagónico, lo que permitió impulsarlo y propagarlo, como sucedió en gran parte de Latinoamérica. Lamentablemente este movimiento que se detuvo abruptamente, incluso retrocedió con la llegada de la dictadura militar, para reinstalarse gradualmente en periodos de transición. Desde el 2000 surge con mayor fuerza con plan nacional de salud mental y psiquiatría. Estamos en un momento histórico donde nuestro quehacer como promotores de salud mental comunitaria es clave para lograr un desarrollo óptimo de esta modalidad, y así poder deja atrás el modelo asistencial.
Agradezco las lecturas de esta oportunidad pues nos presentan relatos de trabajo y ejemplos de vida inspiradores, que nos animan a continuar el trabajo y tomar la posta donde ellos la dejaron para avanzar en la construcción de una sociedad en continuo progreso.
ResponderEliminarDe las lecturas recomendadas y de los comentarios de los compañeros me sumo con una pregunta, que creo puede ayudarnos a dilucidar el camino que nos va quedando para continuar este trabajo: ¿Cuáles son las dinámicas de la relación entre los individuos, la comunidad y las instituciones? El Dr. Marconi diseñó una metodología pionera en forma piramidal (D1... hasta D5) en donde cada nivel ayuda y se alimenta de los demás, un marco teórico que recuerda a las formas en que la naturaleza opera, en redes, de manera horizontal, y basada en los principios de reciprocidad, cooperación y solidaridad los unos con los otros.
Me pregunto de qué manera se puede observar, en la práctica, en nuestras vidas cotidianas, una interrelación y conexión más amplia y solidaria entre individuos, comunidades e instituciones. ¿De qué manera, por ejemplo, la institución universitaria puede interrelacionarse colaborativamente con la comunidad en la que se inserta y los individuos que la componen? ¿Cómo podemos aplicar esos principios de interrelación colaborativa en nuestros trabajos como futuros psiquiatras?
Es probable que no haya respuesta estática ni única, dependerá de cada comunidad, de las características particulares de sus individuos, de sus biografías, de su historia colectiva territorial, de las brechas socioeconómicas, de sus aspectos culturales, etc. Da la sensación, eso sí, que la actual cultura occidental centrada en el consumismo y la individualidad sencillamente no da el ancho, y frente a la crisis del cambio climático, la pandemia, la crisis económica y cultural planetaria, etc., existe la opción de crear juntos una nueva forma colectiva de pensar, colaborar y vivir, o continuar dando manotazos estériles por un sistema que parece que se ahoga y nos ahoga con él.
En Chile, de las experiencias en Psiquiatría Comunitaria que se iniciaron se destacan las lideradas por el Dr. Luis Weinstein, el Dr. Juan Marconi y el Dr. Martín Cordero, detenidas casi completamente con el gobierno militar en 1973. Desde aproximadamente 1990, en adelante, se retoma el desarrollo de la salud mental, destacando la integración de la Psiquiatría al Hospital General y a la Comunidad y la creación de los COSAM.
ResponderEliminarAlrededor de 1968 se describen las primeras experiencias de Programas Intracomunitarios en varias partes del país. En el sur de Santiago entre 1968 y 1973, el Dr. Marconi desarrolló los programas integrales en Salud Mental, con experiencias de programa en alcoholismo, neurosis y salud mental infantil, lo que fue reconocido internacionalmente como un modelo eficiente, con resultados contundentes, siendo instancias terapéuticas y educativas no solo en salud sino en sentido social y organizativo de la comunidad. Propuso la implementación de un nuevo sistema “revolucionario” tomando conceptos de la antropología, las ciencias sociales y el marxismo y propuso aplicar a la realidad chilena algo inspirado en el modelo chino, incorporar a la clase obrera y campesina en acción directa a los planes de intervención.
En Temuco, el Dr. Martin Cordero, lideró un programa pionero de psiquiatría comunitaria, transformándose en referente para la OPS/OMS. Tomando referentes como Bennett desarrolló un nuevo enfoque de la rehabilitación psiquiátrica por medio de la inclusión laboral. A inicios de los 70 consiguió que les cedieran el antiguo hospital de Nueva Imperial para llevar un proyecto de granja-psiquiátrica, el primer hospital “puertas abiertas” de todo Chile, restaurado con sus propias manos, con los pacientes y la comunidad. En colaboración con Stuchlik, Cordero intensificó su trabajo con la comunidad mapuche y documentó otras formas de entender la enfermedad mental naciendo así la primera experiencia de psiquiatría intercultural en Chile. Pero el golpe militar de 1973 terminó lamentablemente con todo esto. Agradezco la oportunidad de haber podido conocer su trabajo y obra y destaco sus esfuerzos por entregar dignidad al paciente que “ha sido degradado permanentemente en todas las sociedades” mejorando su acceso a la atención, sus condiciones sanitarias y oportunidades de rehabilitación. Ambos psiquiatras son figuras inspiradoras que dan cuenta que no se requiere de grandes recursos para lograr cambios significativos e impactar en la vida de las personas, sino más bien voluntades y una gran vocación de servicio.
Asimismo, destaco de los textos leídos los fundamentos en los que se basa la Psiquiatría Comunitaria como el de “la psiquiatría para, con y en la comunidad” pues también comparto firmemente que es la comunidad la que participa del fenómeno de la enfermedad y es en esta misma, por tanto, donde el sujeto puede recobrar su vida; la comunidad es la que ayuda y da soluciones “ellos son la salud mental” pues son responsables del crecimiento personal y el desarrollo de todas las potencialidades en un rol activo. En este contexto los integrantes del equipo de salud, cumplen la función de acompañar y de adoptar iniciativas que faciliten el contacto del paciente con la sociedad.
Las lecturas además nos permitieron ver el gran impacto que tuvo la dictadura en la salud mental de nuestro país, cuyo auge se detuvo por completo en el periodo que comprendió entre el 73 y los años 90, lo que da cuenta de que el sistema político tuvo, tiene y tendrá gran influencia en su conceptualización. Me quedo con una frase para la reflexión a propósito de nuestro escenario actual: “la prevalencia de los desórdenes mentales está íntimamente ligada a la estructura de la sociedad capitalista, de clases sociales…la estructura socialista, sin clases sociales, es la única que permitiría un programa realista a nivel nacional de Salud Mental”.
Claudia Aguayo
Hola a todos
ResponderEliminarRespecto al texto de Norambuena, sobre la psiquiatría intracomunitaria. Quisiera destacar la creación de la pirámide de delegación, una gran medida, ya que esto hacía que todas las personas, personal de salud, organizaciones, estuvieran involucrados y comprometidos. Es muy destacable que sí funcionaba y que los profesionales podían hacer traspaso de la información y que llegara a la comunidad, todo en red, pero se menciona en esos tiempos, que hubo un déficit de médicos que trabajara en área de salud mental, lo que tras aproximadamente 50 años sigue sucediendo, por lo que sigue siendo preocupante. Se menciona también la dificultad de llevar a cabo los programas por el ambiente político de la época, lo que sigue pesando a toda la comunidad hasta hoy.
Sobre texto de Marconi y la asistencia psiquiátrica en el área sur de Santiago, teniendo como meta la asistencia, control y prevención de las enfermedades mentales. Se propuso un modelo nuevo de asistencia psiquiátrica que respeta las diferencias culturales y considera la opinión y necesidades de las personas en la comunidad para encontrar soluciones. Se reorganizó el sistema de delegaciones ya que no podía partir el conocimiento siempre desde el médico hacia los demás, porque se sobrecargaba de algunos asuntos que no eran de resorte médico. Además se buscaron los principales problemas del área sur de Santiago y se empezó a trabajar en eso, lo primero fue trabajar en alcoholismo para reducir prevalencia e incidencia y se logró. Es bueno trabajar sobre recursos ya conocidos, analizarlos y modificarlos para beneficiar a la comunidad.
Texto de Marconi sobre la revolución cultural chilena en programas de salud mental: Es interesante cómo la injusticia social se ve presente de manera completa en el tema, al principio del establecimiento de la psiquiatría comunitaria, se vio que la clase obrera campesina que era el 70% de la población, no tenía acceso a atención psiquiátrica. Entonces lo que debía apuntarse era a abolir la sociedad de clases. El estallido social del 2019 ha permitido estar mucho más conscientes de esto, si bien las brechas no son tan desiguales como en esa época, es notorio que sigue siendo un tema importante, ya que lamentablemente la mayoría de las personas no pueden o deben hacer grandes esfuerzos económicos para poder acceder a un tratamiento completo, ideal y personalizado de salud mental. Y con una mirada más global del problema, podemos volver a tener en mente, “sin justicia social, no hay salud mental”. Cuando habla del programa nacional de salud mental toca varios puntos importantes, pero algo que me llama la atención es cuando dice que la universidad necesita adaptarse al modelo integral y que debían entrenarse en 3 programas básicos como alcoholismo, neurosis y psiquiatría infantil. Esta última llama la atención, porque la formación académica en pregrado de médicos sobre psiquiatría infantil es muy deficiente y el programa en esos tiempos la marcaba como principal. Los médicos que actualmente trabajan en APS tienen formación deficiente en el área. Es algo que se debe enfatizar y mejorar urgentemente.
Experiencias de psiquiatría comunitaria: Nuevamente hacemos un buen repaso de la historia de la psiquiatría comunitaria, en este texto se mencionan experiencias en localidades como Santiago y Temuco, pero la revisión de más de 25 años, mostró que muchas de estas iniciativas no perduraron en el tiempo, porque estaban ligadas a liderazgos, más que a una política estatal sobre el tema. El propósito de toda terapia debiese ser lograr la predictibilidad del sujeto, promover una acción sinérgica entre los recursos del paciente, su comunidad y la institución.
Entrevista al dr. Martín Cordero: Cuenta su experiencia en Chile y comenta sobre los aportes que se hicieron en la psiquiatría comunitaria y cómo se enseñó a la población y se integró para un trabajo en conjunto, también menciona lo malo que fue el golpe militar para la psiquiatría, él debe dejar Chile e irse al exilio. Menciona: hay dos cosas que los seres humanos no pueden soportar; la falta de reciprocidad y la impredictibilidad (y así son los locos).
EliminarLa vía chilena a la psiquiatría social: También se retoma el tema de los programas implementados por Marconi para alcoholismo, neurosis y SM infantil, los que fueron eficientes, se destaca que eran instancias terapéuticas y educativas, no solo en salud sino en sentido social y organizativo de la comunidad.
Entrevista a dr. Marconi: El programa propuesto por Marconi sobre educación e integración de la comunidad y el sistema democrático fue un gran aporte, ya que se demostró lo eficiente que era, hasta que se detuvo con la dictadura militar. Que se implemente en la psiquiatría comunitaria es importante, porque afortunadamente da buenos resultados. Pero se necesitan ayudas externas e institucionales comprometidas, así un gobierno que esté comprometido con la salud mental de todos para que podamos avanzar y mejorar, finalmente la salud mental está muy dependiente de la política que tengamos como país, estaremos expectantes a qué cambios y mejorías vendrán con el nuevo gobierno.
Es probable que la mayor dificultad para la implementación de la psiquiatría comunitaria esté en los orígenes de la misma psiquiatría. Como rama de la medicina, la psiquiatría se aparta en un momento histórico de la visión integral del hombre cuando al mismo tiempo lo hizo la "medicina general": con la cientifización e industrialización de estos saberes, la psiquiatría se convierte en una productora de resultados apremiantes dada la naturaleza de pacientes de los que se hace cargo.
ResponderEliminarLo comunitario viene de cierto modo también a dar respuesta a esa exigencia, a esos "encargos" que la humanidad en su corta historia ha asignado a la medicina y a la psiquiatría para resolver aquello que incomoda, a saber la enfermedad, el dolor, el sufrimiento, la necesidad, la locura.
La psiquiatría comunitaria viene a hundirse en esa lógica de resolver problemas apremiantes, y he ahí en parte el peligro del modelo (de no saber aprovechar el modelo), que no vaya a ser nuevamente un intento más por resolver las necesidades de las que nadie desea hacerse cargo. Si ese es el foco podemos perder a la psiquiatría comunitaria como una buena herramienta para lograr mayores cosas.
Junto con resolver los problemas de salud mental de las personas, el modelo comunitario puede ejercer una tarea de educación y empoderamiento importantísimos de los que se puede beneficiar la población. Puede generar estrategias de continuidad de cuidado, y finalmente el cambio de paradigma, el cambio mental en la totalidad de la población para que asuma por si misma el cuidado de estos pacientes y la resolución de estas necesidades.
Me hace mucho sentido por tanto los principios descritos por la Dra Torres en su monografía, de localización, integralidad y participación. Estos principios deben formar parte de la política pública ya al menos plasmada en parte a través del programa nacional de salud mental y la red temática publicados por Minsal. A mi modo de ver falta internalizar estos principios, bueno y el modelo completo de psiquiatría comunitaria, en la formación de pregrado, considerando que el médico general forma parte importante y central del modelo según lo descrito por Marconi en la pirámide de objetivos delegables.
La misma Dra. Torres muestra como una de las falencias del modelo, el poco desarrollo que en la práctica tiene, porque principalmente depende en buena parte de la buena voluntad de "líderes" convencidos del modelo, el ejemplo más concreto en la bibliografía propuesta el vídeo entrevista al Dr. Cordero. Y es que a esta altura debiera existir un consenso, al menos, en que no solo al personal de salud se le debe asignar la resolución de las necesidades de salud mental de la población sino que la comunidad también debe tomar parte en ello.
Espero que la buena intención de algunos líderes de concretar finalmente una Ley de Salud Mental incorpore la enseñanza de la psiquiatría comunitaria en el pregrado de las carreras de la salud y de las ciencias sociales afines. Es difícil traspasar esa convicción a la población si no somos nosotros primeramente los convencidos
Respecto a la ley de salud mental en Chile fue publicada el año pasado, pero lamentablemente no incorpora nada del ámbito académico.
EliminarPrimero que todo desearles un feliz año a todas y todos.
ResponderEliminarEn los textos y video se nos muestra a dos grandes expositores de la psiquiatría comunitaria los Doctores Marconi y Cordero los cuales con su vocación de servicio y profesionalismo pudieron acercar conocimiento a la comunidad más vulnerable, el primero con un sistema de pirámide invertida, en donde las mismas personas son el principal agente de cambio, con una actitud colaborativa desde la comunidad, y en el como se pueden resolver los problemas de salud desde sus propios integrantes.
Por otra parte, el Doctor Cordero y la doctora Ruth Obrecht en Temuco crea un hospital psiquiátrico autogestionado puerta abierta con un proyecto de “granja psiquiátrica”. Creo que la palabra clave en estas ambas experiencias era la inclusión.
En las experiencias sobre psiquiatría comunitaria se pueden identificar que son más cercanos al paciente, se da relevancia al paciente y su medio, en cambio el Modelo Clásico de la Psiquiatría Asilar, que tiene detrás, la idea de que el Enfermo Mental Crónico, es un sujeto que requiere de la separación de su medio habitual para ser contenido, protegido y custodiado. La aproximación mas clara es que esta psiquiatría se hace “para” la comunidad, “en” la comunidad y “con” la comunidad, en cambio el modelo etnocéntrico se caracteriza por: desprecios absolutos por las culturas aborígenes, vacío cultural con la clase obrera, urbanas y rurales.
En resumen, estas experiencias nos muestran en como se pueden generar agentes de cambios desde la misma comunidad, en donde ellos son los protagonistas y priorizan los temas relevantes a trabajar, menos jerarquizado como se realiza en la actualidad, en donde casi la mayoría de las atenciones vienen desde un espacio cerrado e individualizado, en donde la sintomatología y el fármaco para aquello pasa a ser los protagonistas.
Cristian Zúñiga
Es interesante observar como la historia de la psiquiatria ha ido dirigiendose hacia la psiquiatria comunitaria que conocemos hoy en dia, aunque llama la atención que desde finales de los 60, es decir hace 50 años, ya se estaban hablando de medidas que hoy parecen comunes pero que en ese entonces parecian ineditas, como un cambio de paradigma. La psiquiatria institucional ha ido desapareciendo durante los años, pero aun se pueden observar rastros en los distintos niveles asistenciales hoy en dia y ha sido un yugo dificil de sacar en los profesionales y la comunidad. Me gustaria destacar una parte del texto de Jorge Marconi donde se hablan de las funciones de la universidad en esta "nueva" psiquiatria intracomunitaria, donde destaca el hecho de que no solo carreras de la salud como medicina, enfermeria y carreras como trabajo social que hoy en dia vemos integradas al trabajo diario en psiquiatria debian tener 2 tipos de enfoques, uno en su curriculum y otro en el trabajo comunitario, sino tambien carreras como la educación/profesores debian tener este enfoque y creo que eso aun nos falta hoy en dia de potenciar en la sociedad chilena para poder liberarnos del asistencialismo y la institución, porque una comunidad educada en el sistema comunitario, entiende cuales son los objetivos especificos que deben lograrse con el manejo en salud mental y no volvería al circulo vicioso que es "resuelvame mi problema con medicamentos, sin que yo me haga cargo" que muchas veces vemos en los distintos niveles asistenciales, sobretodo en la primera linea que es la atención primaria.
ResponderEliminarDa gusto observar que en conjunto con el Dr. Cordero y Marconi, se fueron cumpliendo los distintos cambios que han ido poniendo en frente a la salud comunitaria y aunque quizas falten algunos años para lograr la visión, como decia en los textos, los verdaderos cambios vienen de la mano con los cambios sociales, politicos y economicos, y talves con los ultimos acontencimiento que han ido apareciendo durante los años anteriores como el estallido social, la pandemia y el nuevo presidente, estemos ad portas de la posible revolucion de la salud mental como esperaba hace 50 años.
Luis Aguilera
Las lecturas de esta semana nos llevan a los cimientos del modelo comunitario en nuestro país
ResponderEliminarEs interesante como esto se remonta 50 años atrás y se haya visto interrumpido por el periodo de la dictadura. Marconi quien fue el pionero en implementar la psiquiatría con base comunitaria fue perseguido por citar a Mao e ilustrar la lucha de clases siendo considerado marxita y expulsado a Argentina. Es una lastima pues su visión de la psiquiatria era muy avanzada a su época y es más menos lo que estamos implementando ahora.
Dentro de todo su enfoque lo que más me llama la atención es el énfasis en la educación de la población, en este caso se pone de ejemplo las intervenciones que hicieron en alcoholismo donde se entrenaban monitores de,la comunidad que eran alcohólicos rehabilitados para educar e incluso tratar síntomas de abstinencia leve-moderados. Esto no se aplica el día de hoy y no dejo de preguntarme cuan efectivo sería, si pacientes bipolares compensados con buena adherencia a terapia hicieran talleres y fueran monitores de aquellos descompensados a lo mejor veríamos mejores resultados. Para el ser humano siempre es beneficioso buscar sus semejantes, sobre todo aquellos que han sido exitosos a pesar de ciertas características que la sociedad ve como indeseables, lo hemos visto en la lucha racial, en la lucha por los derechos LGBT etc, por lo que me parece interesante que aquellos que padecen algún trastorno mental se organicen y muestren que aquellos tratados exitosamente pueden llevaer vidas felices y productivas.
También me parece era buena idea para aliviar la sobrecarga a la que se ven expuestos los médicos de atención primaria pues relevaba funciones y filtraba las consultas dejando que los médicos atendieron aquellos casos urgentes. En fin mucho que discutir acerca de este sistema donde la comunidad juega un rol tan activo en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades metales de sus miembros. Sería interesante poder retomar esta idea y aplicarla a otras enfermdades no solo el alcoholismo, histeria y TGD como aparece en el texto.
Hacer participe a la comunidad con espacios de educación y ayuda entre sus propios miebros no solo mejora la salud de la comunidad si no que afianza los lazos entre los miembros y con el establecimiento de salud al que pertenecen y l,os profesionales que aquí trabajan.
Espero podamos implementar sistemas como estos en nuestro quehacer profesional y humanizar la rama de la medicina que precisamente debiese ser la más humana
Jeff Semler
Becado Psiquiatría adulto
Al hablar de un proyecto con declaradas intenciones colectivas como es la psiquiatría comunitaria, parece irónico destacar individualidades, pero el aporte de las personalidades que guiaron los esfuerzos en esta área es innegable. Como plantea Huertas, el contexto histórico al que se enfrentaba el sistema de salud (y de paso el sistema de atención asilar) hacía inminente un quiebre del modelo importado desde la hegemonía científica, sumado al total desprecio del saber popular y aborigen, enfrentándolo a la necesidad de respeto y reconocimiento de las comunidades al determinar sus necesidades.
ResponderEliminarAsumiendo un enfoque de relación vertical, propio de la medicina de corte técnico/asistencialista, la invalidación de los saberes del usuario es un proceso natural, rutinario e incluso, deseable, pues permite obtener claros beneficios en eficiencia. Si asumimos que las hipótesis del otro se encuentran de antemano erradas, no es necesario plantear opciones, investigar creencias o abrir el dialogo, pues la posición de poder justifica la imposición pasiva del servicio, e incluso, nos permite destrozar su forma de vida, considerándola la base de su patología o de su mala respuesta al manejo. En el mejor los casos, en vez de tener interpretaciones propias de su vivencia, el paciente podría venir como un cascarón vacío, ávido de alinearse con nuestro sistema de creencias, lo que permitirá al clínico fijarse metas propias, alejadas de los motivos de consulta, y de paso, cortar unos buenos minutos de su atención.
Es claro que este enfoque invalida totalmente la comunicación y priorización de necesidades, lo que podría generar un sistema que se auto fiscalice bajo objetivos planteados de antemano, con excelentes resultados en las rúbricas del consultorio, a cambio miseria invisibilizada en la población.
Es por esto, que la elección del programa piloto que Marconi plantea en Santiago, parece tan significativa. Si bien, es verdad que por una inclinación personal al tema, el partir la iniciativa enfocándose en el consumo de alcohol parecía esperable, este primer paso es entregar a la comunidad lo que realmente parece más significativo en su diario vivir, por varias razones. En primer lugar, solo desde el punto de vista estadístico, el alcoholismo era un problema mucho más prevalente que la esquizofrenia o el trastorno afectivo bipolar, los baluartes eternos de la atención psiquiátrica incluso hasta el día de hoy. Por otro lado, el excesivo consumo OH como un fenómeno mediado culturalmente en nuestro país y sus implicancias en las familias y los barrios, hacen razonable su priorización. Y por último, el aspecto económico (desde la microeconomía familiar, hasta el desmedro del producto interno bruto), lo convierten en un atractivo plan para las estructuras estatales.
Por otra parte, es interesante esta elección, por la ventana de oportunidad. El alcoholismo posee claves biológicas claras, pero los factores preponderantes en su patogenia, parecen ser mediados en su mayoría por elementos psicosociales, que son susceptibles a la intervención de dispositivos dispuestos en la pirámide de delegación, los cuales integran, de manera parecida a como plantea el Dr. Cordero en Temuco, utilizar la amplia gama de recursos que se encuentran ya dispuestos en la red comunitaria, que no necesariamente responden a dispositivos de salud. La efectividad de este tipo de experiencias parece bastante positiva, y la repercusión de los programas de alcohol y drogas, esta probado a un nivel macro por estudios que demuestran su impacto en áreas afines no sanitarias, como en disminuir la sobrecarga del poder judicial.
EliminarEstas experiencias plantean una interrogante con respecto a la formación profesional y la conexión de esta, con las expectativas de la población. Se reconoce, incluso en este periodo, que la gran masa de consultas en salud mental, corresponden a síntomas neuróticos, y sin embargo, nuestra formación de pregrado insiste en la descripción exhaustiva de las pseudoalucinaciones, como un saber trascendental para el médico general. Muchas formaciones de postgrado, dedican gran parte de su curriculum a la descripción histórica de TAB y EQZ, dejando a trasmano la formación en alcohol y drogas, problemas invisibilizados como los TCA o TEA en adultos o la formación de residentes en estrategias no farmacológicas. Pareciera que tal como el liceano se forma para la PSU, el médico chileno se forma para responder al EUNACOM, y el psiquiatra, a las exigencias del GES, dejando de lado los aspectos culturales propios de nuestros usuarios.
Creo que tal como plantean los autores, el sistema sanitario debe responder a la población en sus propios términos, y no intentar homologar el sistema de turno (feudal o esclavista, chino o inglés) a nuestro medio. Puede ser, que nuestra incompetencia como ciencia, no responda a la resistencia de la mente como objeto de estudio ante el avance de la ciencia, si no a nuestra falta de consideración del paciente como un otro pensante, consciente de sus necesidades y dispuesto a compartirlas.
La primera parte del comentario del Dr. Señor me recordó este cortometraje que me mostró alguna vez mi hermano, montado por un profesor de Cine que lo marcó, Pedro Chaskel.
Eliminarhttp://cinetecavirtual.uchile.cl/cineteca/index.php/Detail/objects/2370
El problema del alcoholismo en Chile no era solo visto de la esfera de la salud mental institucional, era un problema vivido por la sociedad en su conjunto, y en este lucido ejercicio de divulgación se muestran imágenes contemporáneas a Marconi y Cordero, y nos pueden ayudar a ponerle materialidad a lo que hemos leído.
Es evidente el ejercicio propuesto por el curso de proponer un análisis crítico de la historia de la psiquiatría y su desarrollo, marcado por paradigmas de lo humano y lo moral. Entonces el llegar a analizar a los periodos más inmediatos que han determinado el estado del arte actual de la Psiquiatría Chilena, y su modelo, se hacen un ejercicio imprescindible. Los materiales de estudio nos muestran a protagonistas imprescindibles para entender el estado actual de las cosas.
ResponderEliminarPor una parte Marconi en su historia de vida evidencia el influjo de un contexto político y social en el curso de una vida dedicada a la Psiquiatría. El repensar la disciplina en su contexto, transforma el foco del quehacer desde dentro de la universidad a un espacio terapéutico abierto y con arraigo territorial. Muestra que no vasta por delimitar un territorio, distribuirlo y administrarlo, es menester inmiscuirse en sus pormenores, entender que el territorio con o sin los dispositivos de salud mental sigue generando y reproduciendo enfermedad mental, y se requiere insertar en el territorio las condiciones para que más actores logren generar prevención, promoción y curación desplazando el poder medico asilar, por un poder popular comunitario.
Es por su parte Cordero quién evidencia con lucidez otro requisito para lograr más salud. Es la libertad presente en la inserción plena en la comunidad requisito para lograr estados de salud mental más plenos. He aquí su sensatez mencionada en otros comentarios, no existe un objetivo terapéutico que no alcance mayor valor y relevancia al ocurrir en el espacio natural del paciente. Poco podríamos valorar la capacidad de un paciente con esquizofrenia de planificar y ejecutar una rutina de actividades diarias dentro de una institución asilar total, en contraposición a lo que podemos observar al verlo insertado dentro un equipo de trabajo que labra la tierra. Y este interés honesto por ver y conocer a las personas en su territorio natural no fue con un fin naturalista, existía un fin ulterior de traspasar poder médico a las comunidades, y de relevar el poder sanador entre los comunes. Qué enriquecedora debe haber sido la interacción con comunidades mapuche, donde las enfermedades son en su gran mayoría tratadas por un curandero o Ampife, quien literalmente era "el que sabe hacer las órdenes verbales para el alma" o "el experto en imperar con decisión al alma".
Ambos protagonistas, grandes practicantes del culto a lo humano, son truncados en sus desarrollos por el proceso más deshumanizador de nuestra historia reciente. La dictadura cívico militar a través del terror y el despojo desfondan procesos liberadores y humanizantes, no solo deteniendo su desarrollo, sino que en su astucia sorprendente relega a espacios privados mercantilízalos lo que antes era público y comunitario.
Queda así el desafío de plantear ahora cuantos de los espacios donde se determina la salud mental son hoy en día públicos y comunitarios, o más allá, populares. Cuantos espacios existen hoy en resistencia de la depredación neoliberal, y más aún en estos momentos históricos de cambio, cuanto será parte de nuestro quehacer el promover y potenciar estos espacios. Así como se planteó el Dr. Cordero con su amigo arquitecto ante la victoria de Allende y la Unidad Popular “Bueno ahora… ahora hay que hacer algo ”.
Gonzalo Antonucci Huerta
Residente Psiquiatría Adulto.
Me parece sumamente interesante conocer la historia de salud mental comunitaria en Temuco, personalmente porque es conocer los inicios e historia de la psiquiatría comunitaria del sector en el que me desempeño, con la población y zona en la que trabajo, con todas sus particularidades socio-culturales.
ResponderEliminarMe asombra los grandes avances que se lograron para cualquier época pero más aún en aquella en que se desenvolvió el Dr. Cordero, el compromiso del personal y la comunidad en general, para trabajar con convicción y vocación, más allá de lo formalmente establecido como función laboral, llegando a tener cambios y avances que lograba funcionar y que se transformó en referente y atractivo incluso a nivel mundial, pese a como el mismo autor plantea que las condiciones previas a ese entonces en Chile podrían ser incluso peores que las descritas en la literatura de todo el mundo.
El considerar a los pacientes como personas, con dignidad y con posibilidad de ser útiles e incluidos en la sociedad brindando libertades y oportunidades, cambiando la constante convicción de estigmatizar y aislar a los pacientes con patología de salud mental por la sociedad, que plantea como génesis de ello la frustración e imposibilidad de tolerar la falta de predecibilidad y reciprocidad que caracteriza a estas personas.
Además, es de sumo valor como aporte, que representó la primera experiencia de psiquiatría intercultural en Chile, con un enfoque además interdisciplinario no solo en materia de salud mental sino que integral con distintas especialidades que se fueron uniendo y enriqueciendo este proyecto.
Me quedo con esta frase citada por el mismo autor, y que me parece fundamental como valores necesarios para lograr avanzar y mejorar las falencias aún presentes en la actualidad: “Coraje de hacer cambios radicales, creyendo en los demás con consistencia y persistencia”.
"Padre Damián: Padre Sebastián, he sabido algo que me preocupa profundamente, comprendo que lo guía una buena intención, pero me veo en la necesidad de llamarle la atención. Don Silvestre me llamó para darme una queja, se trata de que en las primeras lecciones del catecismo les ha metido en la cabeza a los niños ciertas ideas que considero altamente perjudiciales.
ResponderEliminarPadre Sebas: ¿Cómo cuáles Padre?
Padre Damián: Pues les ha dicho a los chicos que hagan ver a sus padres que el esfuerzo de su trabajo debe estar en proporción al salario.
Padre Sebas: ¡Ah, eso sí! Que si cobran más que trabajan que cobren menos, pero que, si trabajan más que cobran, pues que cobren más.
Padre Damián: ¿Y usted sabe que esas teorías ya han empezado a armar líos y que varios obreros se han presentado con Don Silvestre pidiéndole aumento en el salario?
Padre Sebas: ¡Ah pues qué bueno!
Padre Damián: ¿Bueno? ¿Por qué?
Padre Sebas: Recuerde usted que se ha de procurar que las riquezas no se acumulen en manos de los ricos y que se repartan entre los trabajadores
Doña Sara: Pero eso es comunismo
Padre Sebas: No Doña Sara, esa es la encíclica de su santidad Pío XI. Y su santidad Juan XXIII en su encíclica dice: “que los trabajadores deben ganar lo suficiente para tener un nivel de vida verdaderamente humano que les permita sacar adelante a su familia”.
Padre Damián: Pero la forma en que lo enfoca puede traer problemas.
Padre Sebas: Pues no lo creo porque su santidad León XIII allá por el año de 1891 ya lo decía en su encíclica (Rerum Novarum) “que el Estado debe ayudar a la clase proletaria, porque del trabajo y del esfuerzo del obrero salen las riquezas de los Estados”. Eso lo dijo hace mucho tiempo y no ha pasado nada. No, si es un error querer acabar con los ricos, hay que acabar primero con los pobres Padre.
Padre Damián: Eso no lo dice la encíclica.
Padre Sebas: No, eso lo digo yo. Porque acabando con la pobreza pues habrá más equidad en el mundo."
Extracto de diálogo de la película "El Padrecito" de Mario Moreno Cantinflas.
Esta escena de aquella película me rondó en la cabeza mientras leía las lecturas de esta ocasión, pues conecté con esto que hoy en día, en el ambiente político está tan vigente y que le pasó al Dr. Marconi...Es un ejemplo de cómo miradas integradoras y comunitarias son caricaturizadas, atacadas y silenciadas para hacer imperar un modelo al que no le importa el bienestar de las personas, y cómo eso hace que la comunidad se terminen enfermando y cronificando sólo por la desigualdad social . Y voces que le dieron la vuelta al sistema terminaron siendo excluidas por ser "comunistas"...
EliminarEn esta oportunidad, al avanzar en las lecturas, me fue muy agradable encontrarme con dos personajes claves para la Psiquiatría Comunitaria en nuestro país, que más allá de ser dos tremendos referentes adelantados a su época, hoy son fuente de inspiración y motivación para encaminar nuestros pasos hacia ese futuro donde la psiquiatría que más nos hace sentido a todos quienes estamos aquí es la que se construye dándole la vuelta a ese sistema...
La historia de ambos nos da cuenta de que se puede, de hecho imagino los preceptos de ambos colegas, y desde estos es que siento que son personas trascendentales, donde debemos recoger su trabajo como mentores para seguir generando movimientos que impulsen a la acción en torno a la psiquiatría comunitaria, pues como lo he mencionado en otros comentarios, para que no quede en una lectura más que hemos realizado y seamos protagonistas de nuevos cambios acordes a nuestros tiempos.
Hoy la pandemia ha dejado ver las tremendas brechas que tenemos en salud mental, hemos visto la cruda realidad a la que tienen que enfrentarse las personas, situaciones de pobreza, vulnerabilidad y violencias de todo tipo, sumando a ello un descontento social representado en el levantamiento del pueblo contra líderes que no fueron capaces de liderar, y creo que debemos, desde este punto de la historia, a la par con la gran crisis que estamos viviendo, levantar las necesidades que en su tiempo levantaron Marconi y Cordero. Me impresiona lo adelantados que fueron a su época, pues no necesitaron un desastre ni una coyuntura para ser reflexivos, y así lograr darse cuenta de qué es lo que necesitaban las personas a su alrededor, fueron hombres que con una sencillez a la que no estamos acostumbrados, lograron ver que la única forma de sacar adelante a las personas con problemáticas de salud mental era accionando una comunidad con una mentalidad colaborativa, mentalidad que claramente fue acallada por las voces políticas que imperaron después, y la violencia feroz de un dictador que por la naturaleza de su ideología hizo imposible la prosperidad de una comunidad contenedora de sus miembros y entre sus miembros, desde este punto podría generarse todo un análisis acerca del modelo neoliberal y su incompatibilidad con una convivencia comunitaria, desde donde emerjan los recursos necesarios para mantener sana a la comunidad en una homeostasis que bien pudiera ser autosustentable...
Hoy necesitamos ser avezados en esa tarea, necesitamos espacios que nos ayuden a atrevernos a ser propositivos y proactivos a no tener temor de mostrar nuestras ideas con un sustento reflexivo atingente a lo que estamos viviendo... y a lo que nos hemos dado cuenta que nos exige la sociedad. Si miramos a nuestro alrededor veremos que la crisis que estamos viviendo ha dejado tanto al descubierto que ya no es posible continuar encerrados en los box de atención o continuar callados mientras nos piden metas que se alejan de la comunidad. La sociedad nos está pidiendo convivir para sobrevivir, relacionarme con el otro, relacionarme con mi propio contexto para poder comprender desde la ecología lo que el otro vive, esta es la única forma de crear nuevas formas eficientes de ejercer la salud mental en nuestro país, y es la que me parece debe ser la base del ejercicio de la psiquiatría, pero para eso debemos preguntarnos honestamente colegas ¿Queremos ser Comunidad? ¿Queremos construir propósitos juntos? O sólo hablaremos de la comunidad como algo que está fuera de mí, a la que yo sólo me acerco cuando necesito completar las piezas de un puzle… el desafío está ahí esperando por nosotros.
EliminarDavid Ibarra
Concuerdo con casi todo lo que dice David, y es genial recordar esa crítica social de Cantinflas que había olvidado, pero la verdad por lo que describían en Salud Mental tanto el Dr. Marconi como el Dr. Cordero es que el desastre en salud mental para la población era la norma, parte de lo que los movilizó a probar formas revolucionarias de hacer Psiquiatría.
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ResponderEliminarPor otra parte, el trabajo y la realidad expuesta de la Asistencia psiquiátrica intracomunitaria en el área sur de Santiago, es de suma importancia considerando el número de personas con patología de salud mental contempladas y atendidas, las características de ella (90% población obrera, ruralidad y alcoholismo) y la falta de recursos para llevarlo a cabo en contraste y muy por debajo de las recomendaciones de la organización panaramericana de salud para ésta población, basándose en el modelo europeo occidental que planteaban una franca desesperanza y frustración frente a al panorama de ese momento.
ResponderEliminarSin embargo, se realiza una reflexión de suma importancia y crítica hacia el modelo presente hasta ese entonces, manifestando las grandes brechas y diferencias socio-culturales existentes que hacen imposible considerar las mismas expectativas, haciendo necesario la reformulación y replanteamiento de un nuevo modelo acorde a las características intrínsecas de nuestra población y a las posibilidades de recursos dispobibles, para amortiguar esta brecha y lograr avances realistas.
Se plantea un modelo relativista cultural – intracomunitario, modelo rupturista y opuesto al disponible a esa fecha, poniendo el énfasis de prioridad los recursos humanos y materiales en la comunidad, y en última instancia la institucional.
Un profesional debe ser en América latina: el vértice de una pirámide educativa para la Salud efectiva v controlada en nuestras comunidades.
La experiencia de atender de forma externa pacientes de psiquiatría logró visualizar 3 grandes problemas de salud mental en la comunidad, siendo entre ellos el gran porcentaje de población infantil consultante, el alcoholismo y la neurosis.
Llama la atención en ese entonces la carencia total de recursos institucionales para psiquiatría, y como con los recursos disponibles a la fecha para salud y como se distribuían los centros disponibles, se logra estructurar un programa organizado que muestra importantes avances en su implementación en el área del alcoholismo, y considerando las otras problemáticas se plantea su implementación similar en neurosis y población infantojuvenil, donde la jerarquización y distribución de labores basadas en la información y el entrenamiento de profesionales disponibles y población directamente son los pilares para su ejecución, y como resultado hace mucho mas eficiente el sistema disponible en la época y sin la necesidad de establecer grandes instituciones psiuiatricas que requieran de grandes recursos no disponibles, y de una centralización mayoritariamente y casi exclusivo de médicos y otro personal de salud, desaprovechando la posibilidad de participación e inclusión social, necesaria en países en desarrollo principalmente.
Hola a todos, muy feliz año nuevo!
ResponderEliminarMuy interesante las lecturas correspondientes a la esta sesion, de alguna forma evidencian el momento historico que vivia nuestro pais, con una mirada a las epocas previas y lo que se proyectaba a futuro en estos deseos, intenciones y planes.
Me llamo mucho la atencion la obra del Dr Marconi, que con tal grado de convencimiento y fuerza, es capaz de iniciar esta experiencia de salud mental comunitaria, aplicandola donde antes no habia nada, creando y formando centros. Tambien me sorprende de su publicacion el fuerte componente ideologico, donde da una explicacion a las patologias de salud mental no solo en lo "neurobiologico", sino tambien incorporando lo socioambiental, las condiciones de vida que da un pais a sus ciudadanos, en esta division de clases que describe y como hace este llamado tan vehementemente acabarlo.
Mas alla de mi sorpresa por su publicacion, es muy rescatable como en esta epoca se pudo instalar la mirada de la psiquiatria comunitaria y evidenciar sus beneficios comparandola con lo que habia previamente, el modelo asilar y de hospital psiquiatrico y lo que hoy llamamos la mirada biomedica. Es grato ver que muchos de los conceptos de los que se escribia en los 70, hoy son de habitual aplicacion en centros de salud familiar y centros comunitarios de salud mental. Lamento, sin embargo, que la gran carga ideologica de sus escritos, significo una resta a personas con miradas diferentes, los que no piensan igual que el, en vez de buscar la forma de sumar y agregar mas personas a este modelo, sabiendo que claramente la obra que pudo realizar es justamente por esta mirada que tenia.
Estos textos me hacen reflexionar tambien en que punto estamos hoy, ¿hemos retrocedido desde lo comunitario en los 70 a este modelo "vertical" o "cientifico"? a pesar que esto surge en los 60 a nivel mundial, ¿los avances en neurobiologia y farmacologia nos han alejado de la mirada comunitaria?
Hoy creo que lo mas sensato es no mirar la psiquiatria comunitaria y la "biomedica" de una forma dicotomica, sino mas bien integrada y como complementarias, por el fin de beneficiar a las personas que acuden a nosotros en busqueda de ayuda.
Saludos.
Es un gran agrado ver lo que dices como reflexión final, ya que soy un convencido de que no podemos desconocer la importancia de área de la Psiquiatría, sino que hay que entender que lo ideal es poder complementar ambas miradas, entendiendo que el fin último es el bienestar de los usuarios y la comunidad en su conjunto.
EliminarLas primeras aproximaciones a la asistencia psiquiátrica que hemos leído y comentado, era la institucional, donde veíamos cómo separan al enfermo de la sociedad por el hecho de ser “diferente”.
ResponderEliminarEsta quincena nos aproximamos a los inicios del que se plantea como un modelo respetuoso y atento a los derechos y participación de los pacientes, definitivamente
Opuesta al modelo asilar llevado hasta entonces.
Es interesante entender que el surgimiento de esta nueva forma de asistencia en psiquiatría es un reflejo de múltiples demandas de la sociedad, no solo en la medicina sino de un contexto que necesitaba cambios.
Y específicamente en nuestro país, a finales de los años 60, estas ideas, este activismo médico, científico y social se concretan en la instalación de un modelo asistencial comunitario que aparece como el modelo respetuoso que viene a responder a las múltiples fallas de los asilos.
Después de leer lo que se nos presentó estos días y al tener el relato directo de 2 protagonistas de la época, no me es difícil entender sus motivaciones y objetivos.
De hecho la premisa de lograr una salud mental integral e igualitaria es algo por que él aún estamos trabajando y esperamos ver cada día nuevas mejoras. Trabajar por condiciones de vida que sean compatibles con el desarrollo saludable de las personas y las comunidades es algo donde claramente el estado debe intervenir pero trabajando desde y con los participantes sociales.
Daniela García B.
Residente Psiquiatria Infantil UCSC
Feliz año a todos.
ResponderEliminarLas lecturas de este periodo, al igual que a todos, me parecen muy interesantes e importantes ya que evidencian como se comenzó con el cambio de modelo, que no fue algo gradual, sino que frente a una incapacidad para hacer frente a las necesidades de la comunidad con los recursos disponibles para hasta dentro de unos 400 años, se vio la necesidad de hacer un cambio de enfoque desde lo institucional hacia lo comunitario, aprovechando así los recursos ilimitados de la comunidad. Las experiencias del Dr. Marconi y el Dr. Cordero las considero pioneras y que marcan un precedente respecto a lo que se puede hacer en salud cuando se ven las cosas de otro ángulo y se deja de lado el paternalismo para empoderar a la comunidad a que se haga cargo, en la medida de lo posible, de su propia salud mental.
Si bien encuentro que el enfoque era excelente para su epoca, posiblemente ya no se puedan justificar cosas como permitir que personas no entrenadas adecuadamente manejen la prescripción de psicofármacos, ya que en la actualidad precisamente en Chile si se ha tratado de fortalecer la Atención Primaria en Salud, tanto que en la actualidad hay varios cupos de EDF para consultorios urbanos y múltiples iniciativas como Chile Crece Contigo, cosas que me tocó ver que funcionaban durante mi paso por APS en uno de los CESFAM donde trabaje, principalmente porque las jefaturas estaban bien alineadas y se daban en la programación los tiempos comprometidos para Promoción y Prevención (para educación de adolescentes en tematicas como suicidio y consumo de sustancias por ejemplo), además de estar implementado hace años el diagnóstico de la comunidad para elegir los objetivos de cada CESFAM (me tocó ver el evento que hacían de consulta a la comunidad en más de un CESFAM de Temuco). Son elementos que considero se vieron primero en el modelo que postula el Dr. Marconi, del diagnostico y evaluación comunitarias además de una estrategia que llega a toda la población de FONASA como es en el caso de los lactantes y preescolares a quienes se les informa a los padres y madres de cómo estimular a los niños además de facilitar material lúdico para estimularlos, además de existir en todos los centros de APS programas de salud mental en actualidad que están ligados a COSAM u otros equipos de psiquiatría mediante las consultorías. No dudo que hay que avanzar más, y que posiblemente temas como el alcoholismo si funcionarían mejor con una comunidad empoderada en el tema, pero extrañe ver qué sucede con el resto de patología psiquiátrica que no corresponde a alcoholismo y neurosis, si bien en una de las lecturas se menciona el trabajo del Dr. Sepúlveda con pacientes esquizofrénicos y sus familias me gustaría haber tenido más antecedentes de la experiencia, para ver cómo se aplica el modelo en ese tipo de patologías que no siempre tienen un componente social tan marcado como el consumo de alcohol.
Respecto del trabajo del Dr. Cordero, encuentro espectacular el poder integrar en sociedad a toda la población psiquiátrica, mostrando que pueden desempeñarse laboralmente como cualquier otra persona si se les enseña.
Lo más lamentable que se puede ver en todos los casos es como se trató de destruir estas iniciativas con el golpe militar y la dictadura, pero al menos en cierta medida en políticas de salud publica se han ido incluyendo desde 1990 cosas para fortalecer la salud mental y física de las personas, aunque principalmente sea pasando la pelota a la APS y sobrecargándolos.
EliminarAhora, si el fortalecimiento se hace a través de APS hacia la comunidad en la actualidad, con apoyo de la atención secundaria hacia la APS, es un tema complejo eso de que no muchos médicos están dispuestos a trabajar en APS por la sobrecarga asistencial y condiciones económicas que no son tan favorables como en otros sectores de la red o con respecto a la atención privada. Encuentro lícito que la mayoría no desee sacrificarse por el resto de la comunidad, pero la solución no creo que sea simplemente criticar a quienes no desean hacerlo, sino que dar estímulos significativos para que la gente desee estar en APS (como nivelar las remuneraciones con respecto a los servicios de salud, dar facilidades para capacitación mediante pasantías, y dar un buen puntaje a los médicos EDF para que sean cupos que más de alguien quiera ocupar).
Felipe González Figueroa
Residente Psiquiatría de Adultos
Universidad Mayor Sede Angol
ANTECEDENTES DEL MODELO COMUNITARIO DE ATENCIÓN EN SALUD MENTAL EN CHILE
ResponderEliminarEn las lecturas de los textos y escritos de compañeras/os de esta quincena, fui trasportado al concepto del sociólogo colombiano, Orlando Fals Borda, que propone el concepto de la investigación-acción-participación (alerta de spoiler del curso de salud mental y psiquiatría crítica), que resuena con las propuestas de integrar nuestras vivencias de aprendizaje con las vivencias del estar para, con y en la comunidad, en el terreno, en los barrios, en las calles.
Pareciera que deseamos ser herederos del linaje de psiquiatras chilenos que se la han jugado por insistir, como lo dice uno de los mismos, el Dr. Cordero, con su sonrisa contagiosa hasta las lágrimas, que la esencia “de una psiquiatría comunitaria sensata” está en el encuentro con el ser humano, en hacer la granja, ir a la feria, hacer poli los sábados en el campo, ir por las calles, confundir a un “afuerino” en la tienda de barrio pidiendo caballos en vez de cebollas … salir del box, “salir de la burbuja” y hacer el thinking out of the box… pareciera que el resto se aprende. (y sin duda hay que aprenderlo, por ello estamos acá).
Me hizo mucho sentido lo descrito por la Dra. Torres (y pensando en algo enunciado por el Dr. Cordero en el video), cuando recuerda que la psiquiatría comunitaria se nutre de la salud pública y que invita a salir del modelo clásico del “aislamiento, de la idea del enfermo mental crónico” permitiendo aventurarse con valentía (es decir, con miedo, pero haciéndolo) a hacer la desnaturalización de las cosas.
Y en esta última idea, resueno con el aceptar la pérdida del poder como un elemento infaltable, que se puede traducir en transitar el poder, empoderar al sujeto de terapia, al sujeto de desarrollo, ya que es una acción que debe estar acompañada por algo central que, tanto en los escritos, como en el video aparece repetidas veces, tal vez con palabras más académicas: LA PORFIA. En la tozudez e insistencia por una idea se fundamentan muchos de los pilares de lo que ahora podemos llamar comunitario, atendiendo a que las fuerzas conservaduristas, oponen resistencia, moderan las acciones o francamente, como ha sucedido, ha sucedido, echan por tierra los logros obtenidos.
Me quedo con el profundo impacto que esa década dejo en las vidas de las personas con las que se cruzaron y en el quehacer de las y los trabajadores de la salud mental en chile, tan profundo que, como una plantita que nace en el asfalto, permitió que la semilla del enfoque resurgiera post dictadura.
Como reflexión final, me gusta pensar que tanto los proceres mencionados en las lecturas como en otros que seguramente desde el anonimato también han aportado, pero sobre todo como ellos, que son figuras señeras, no se perdían ni un poquito… la cosa se hace en conjunto y lo que estamos viviendo y a punto de vivir, nosotros, en nuestro tiempo e historia, puede tener esos visos de cambio, a riesgo que “se me caiga el carnet”, winds of change, con silbidito y todo.
Saludos y mil disculpas por la tardanza al subir la reacción.